De mansión de crímenes a centro forense: la transformación de la casa de Pablo Escobar

La casa Montecasino, utilizada anteriormente por Pablo Escobar, conocida por ser el escenario de múltiples crímenes organizados por narcotraficantes y paramilitares, será transformada en un laboratorio forense bajo la administración de Medicina Legal de Colombia.

Una mansión de lujo con grifos de oro y una bañera en forma de ostra, jefes paramilitares y narcotraficantes planificaban sus atroces crímenes en Medellín. La propiedad, decomisada en 2010, fue testigo de magnicidios de candidatos presidenciales y masacres de campesinos, según testimonios de antiguos sicarios.

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Los hermanos Carlos, Vicente y Fidel Castaño, líderes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), utilizaban esta casa como base de operaciones, junto a capos del narcotráfico como Pablo Escobar.

Desde 2015, la casa estuvo bajo la administración de la Unidad para las Víctimas, la cual la alquilaba a privados. Sin embargo, por orden del presidente Gustavo Petro, Montecasino ahora será administrada por Medicina Legal. Este cambio tiene como objetivo crear un laboratorio para identificar restos óseos de desaparecidos, una labor crucial en un país con más de 111 000 víctimas de desaparición forzada.

Para Luz Galeano, líder comunitaria que busca a su esposo desaparecido, Luis Laverde, el laboratorio forense representa una luz de esperanza en su larga búsqueda. “Lo busco por todos lados y por todas partes, pero hasta el momento no he sabido nada”, expresa Galeano, quien sueña con que el laboratorio se llame Casa Rayo de Luz para borrar el horror del pasado y simbolizar una limpieza espiritual.

Claudia Patricia Vallejo, directora de la Unidad para las Víctimas en Antioquia, recalca la importancia de esta transformación.

El presidente Gustavo Petro, durante su investidura el 7 de agosto de 2022, prometió convertir los bienes incautados a la mafia en bases de una economía productiva para los más necesitados.

Este encargo está especialmente dirigido a la Sociedad de Activos Especiales (SAE), una entidad vinculada al Ministerio de Hacienda que administra miles de propiedades bajo extinción de dominio. La SAE ha enfrentado desafíos, incluida la denuncia de corrupción y la mala gestión de propiedades.

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Un ejemplo adicional de esta política es el Castillo de Marroquín en Chía, que también será reutilizado para fines educativos y culturales. Originalmente construido en 1898, el castillo pasó por varios usos antes de ser adquirido por un miembro del Cartel de Bogotá y finalmente por la SAE. Ahora, será entregado a la Universidad Pedagógica para actividades académicas, culturales y deportivas.