La arqueología a menudo ha analizado la proporción de bebés fallecidos para aprender algo sobre la mortalidad infantil.
La tasa de mortalidad de bebés en sociedades antiguas no es reflejo de atención médica deficiente, enfermedades y otros factores, sino indicación de la cantidad de bebés nacidos en esa época.
Según un estudio de la ANU (Australian National University) estos hallazgos arrojan nueva luz sobre la historia de nuestros antepasados y desacreditan las viejas suposiciones de que las tasas de mortalidad infantil eran consistentemente altas en las poblaciones antiguas".
El estudio también abre la posibilidad de que las madres de las primeras sociedades humanas hayan sido mucho más capaces de cuidar a sus hijos de lo que se pensaba anteriormente.
"Se ha asumido durante mucho tiempo que si hay muchos bebés fallecidos en una muestra de entierros, entonces la mortalidad infantil debe haber sido alta", dijo en un comunicado la autora principal, la doctora Clare McFadden, de la Escuela de Arqueología y Antropología de la ANU.
"Muchos han asumido que la mortalidad infantil era muy alta en el pasado en ausencia de una atención médica moderna. Cuando miramos estas muestras de entierro, en realidad nos dice más sobre la cantidad de bebés que nacieron y nos dice muy poco sobre la cantidad de bebés que estaban muriendo, lo cual es contrario a las percepciones pasadas".
Los investigadores examinaron datos de las Naciones Unidas (ONU) de la última década para 97 países que analizaron la mortalidad infantil, la fertilidad y la cantidad de muertes que ocurrieron durante la infancia. El análisis reveló que la fecundidad tenía una influencia mucho mayor en la proporción de niños fallecidos que la tasa de mortalidad infantil.
Debido a que se sabe muy poco sobre las sociedades humanas primitivas, los datos de la ONU ayudaron a los investigadores a realizar interpretaciones sobre los seres humanos de los últimos 10.000 años.
"La arqueología a menudo ha analizado la proporción de bebés fallecidos para aprender algo sobre la mortalidad infantil. Se suponía que casi la mitad, el 40 por ciento, de todos los bebés nacidos en poblaciones prehistóricas murieron durante el primer año de su vida", dijo McFadden.
Después de analizar los datos de la ONU, el nuevo estudio no encontró evidencia para apoyar esta suposición. "Las muestras de entierro no muestran pruebas de que muchos bebés estuvieran muriendo, pero sí nos dicen que estaban naciendo muchos bebés", dijo.
"Si las madres durante ese tiempo estaban teniendo muchos bebés, entonces parece razonable sugerir que eran capaces de cuidar a sus hijos pequeños", agregó.
Los hallazgos de ANU podrían ayudar a los investigadores a comprender más sobre los humanos que habitaban la Tierra hace decenas de miles de años y, en particular, cómo las madres en las sociedades antiguas cuidaban e interactuaban con sus hijos.
McFadden dijo que a medida que reunimos más pistas sobre la historia de los humanos, es importante "traer algo de humanidad" a nuestros antepasados. "Las representaciones artísticas y la cultura popular tienden a ver a nuestros antepasados como estas personas arcaicas e incapaces, y olvidamos su experiencia emocional y respuestas como el deseo de brindar cuidados y los sentimientos de dolor se remontan a decenas de miles de años, por lo que agregar este sentimiento emocional y el aspecto empático de la narrativa humana es realmente importante", dijo.
La investigación se publica en el American Journal of Biological Anthropology.
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