La pulsera que detecta si hay drogas en las bebidas

En la antigua Roma, los gansos del templo de Juno salvaron a los romanos de una invasión gracias a su alerta. Hoy, un dispositivo moderno llamado “Centinela” actúa como esos gansos, que protege a las personas de agresiones sexuales y robos por sumisión química.

Esta innovadora pulsera, creada por Abel Lafuente, es diseñada para detectar sustancias peligrosas en bebidas, lo que proporciona una herramienta esencial para la seguridad en fiestas y eventos multitudinarios.

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Lafuente, inspirado por su propia experiencia traumática con el spiking, desarrolló “Centinela” para ayudar a prevenir estos incidentes. La pulsera, compuesta por una cinta y un pequeño panel de detección, puede identificar hasta 22 tipos de drogas, incluyendo LSD, burundanga, ketamina y éxtasis. Con su lanzamiento, “Centinela” promete transformar las celebraciones en espacios más seguros.

La pulsera “Centinela” viene en dos versiones: una estándar y una premium. La versión estándar, que cuesta entre 1 y 2 dólares, puede detectar las dos drogas más comunes en casos de sumisión química: ketamina y GHB, también conocido como éxtasis líquido.

La versión premium, con un precio de 5 dólares, tiene la capacidad de identificar una gama más amplia de estupefacientes y cuenta con un código QR que proporciona un servicio de geolocalización.

Ambas versiones utilizan un panel en la cinta que reacciona al contacto con compuestos orgánicos que reaccionan al contacto con ánimas, sustancias psicoactivas presentes en la mayoría de las “drogas de club”.

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Si el panel entra en contacto con estas sustancias, se tiñe de un color naranja intenso, lo que indica la presencia de drogas. Si el color resultante es diferente, la prueba es negativa. El uso de la pulsera es sencillo: basta con que la persona sospechosa de tener drogas en su bebida deje caer unas gotas de la bebida sobre el panel para obtener el resultado.

Hay que señalar que la pulsera es de un solo uso. El propósito de “Centinela” no es comprobar cada beba, sino disuadir a los posibles agresores. Como explicó Lafuente en una entrevista con El País.