¿Qué desató la catastrófica segunda ola en India?
Oficialmente conocida como B.1.617, India detectó esa variante en octubre
Hospitales sin oxígeno y sin camas en cuidados intensivos, pacientes en las calles rogando atención y cremaciones masivas... India enfrenta una catastrófica segunda ola de COVID-19 que está matando a cientos de personas cada día.
La OMS ha calificado la situación como “más que desgarradora” y la comunidad internacional inició una movilización sin precedentes, ante el peor brote que haya enfrentado nación alguna en esta pandemia. ¿Qué factores hicieron que la potencia emergente llegue a ese punto?
El caldo de cultivo perfecto
Lo primero que hay que tomar en cuenta es que estamos ante el segundo país más poblado del mundo (1.366 millones), solo por detrás de China (1.398 millones), según datos del Banco Mundial.
India tiene una densidad poblacional muy alta, de 416 habitantes por cada kilómetro cuadrado. La cifra es seis veces la de Ecuador (67 habitantes por kilómetro cuadrado), que de por sí es el país con mayor densidad poblacional de Sudamérica.
Factores que convierten a India en una incubadora perfecta para que el COVID-19 se prolifere. Sin embargo, la actual ola de contagios podría haber sido causada por los festivales hindúes masivos que se desarrollaron sin ninguna restricción. Como el de ‘Kumbh Mela’ en la ciudad de Haridwar, al que acudieron 25 millones de personas a mediados de abril.
La doble variante india
Mucho se ha hablado de la variante india de coronavirus. Y aunque no se ha determinado con certeza si es la que está impulsando la proliferación, los principales expertos en epidemiología del país creen que sí, que existe una correlación. Hay algunas regiones de India donde hasta seis de cada 10 casos corresponden a esa variante. Oficialmente conocida como B.1.617, se detectó por primera vez en India en octubre Y a la fecha se ha detectado en una veintena de países, sobre todo en Europa.
Preocupa porque cuenta con una doble mutación, es decir que alberga dos mutaciones observadas en otras variantes, lo que la haría más contagiosa y, potencialmente, más resistente. Pero no necesariamente es más mortal.
¿Es inminente su llegada a Ecuador? Se lo consultamos a Catalina Yépez, salubrista y ex asesora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Ella considera que, al igual que otras variantes, bien podría llegar a nuestro país, como nunca ser detectada. “No es una condición ‘sine qua non’ que va a llegar esa variante, la variante sudafricana no ha llegado por ejemplo (a Ecuador). Sin embargo, el riesgo existe. Estamos en un mundo globalizado en el que los virus llegan por avión”, enfatiza la experta.
Exceso de confianza
Otro factor a tomar en cuenta para entender el porqué del “infierno indio” es que cuando la pandemia golpeaba a muchos países en enero, la nación asiática veía con alivio una reducción abismal en el número de casos y muertes diarias. Se habló incluso de “inmunidad colectiva”. Además, las autoridades no aprovecharon esa especie de “tregua” a inicios del 2021 para reforzar el sistema sanitario indio y ampliar el flujo de oxígeno.
La injusticia de las vacunas
Aunque India es el mayor productor mundial de vacunas, se estima que solo en torno a un 8% de su población ha recibido una primera dosis y apenas un 1,6% tiene las dosis completas, muy por debajo de los índices de Estados Unidos, el Reino Unido y la mayoría de los países europeos. Una inconsistencia que responde al mundialmente cuestionado “nacionalismo de las vacunas”.
A todas luces India ha fracasado a la hora de luchar contra la COVID-19. Es, hoy por hoy, un espejo mundial de lo que podría pasar si se suman una serie de factores, espejo al que quizás deberíamos mirar con más atención.
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