Antonio Carapaz siguió toda la carrera de su hijo.
Antonio Carapaz, padre del ciclista ecuatoriano Richard Carapaz, que este sábado logró el oro olímpico en Japón, se declaró el "hombre más orgulloso de la vida" por la histórica hazaña de su hijo.
"Estamos de más emocionados al ver que al hijo triunfar, al ganarse la medalla olímpica", dijo a Efe al asegurar que su hijo es también un orgullo para el país.
Y añadió: "Creo que todo el país estamos muy emocionados y tendremos muchas alegrías que Richard nos ha de dar a futuro".
El padre del campeón olímpico se declaró "el hombre más orgulloso de la vida" y relató que desde las once de la noche del viernes estaba atento a la competición
"A las once de la noche estábamos en la cocina y ya nos íbamos a acostar, a dormir, y justo prendo la televisión y había estado ya pasando la competencia. Ya no nos dio sueño, nos quedamos hasta la madrugada", relató quien dijo no tener palabras para "describir la felicidad. A veces se llora de la alegría".
"No teníamos más con quien (festejar), nos abrazamos yo y mi señora y gritábamos de la alegría", añadió quien, a través de Efe, envió un mensaje a su hijo: "Hijo mío, eres el único, eres mi campeón, eres un todo para mi".
Recordó que la primera bicicleta de Carapaz en su infancia fue una que él le regaló rescatándola de la chatarra.
"Richard se imaginaba ser un ciclista muy grande y lo está demostrando, lo está consiguiendo, pero nunca pensamos que esa bicicleta podía ser la promotora de lo que él es hoy", sostuvo el padre en su casa de la localidad de El Carmelo, en la provincia de El Carchi, fronteriza con Colombia.
El progenitor de Carapaz considera que el ciclista es aún joven y puede conseguir algo más hasta los 35 años que "puede competir con cualquier ciclista".
Ana Montenegro, la madre de Carapaz, dijo a Efe que están "muy contentos, muy felices" con la actuación de su hijo.
"Que Dios me lo bendiga siempre, nunca pensamos así que iba a llegar tan alto, pero gracias a Dios nos ha bendecido tanto a él como a nosotros y somos muy felices", añadió la madre, quien junto a su esposo, vio la carrera hasta las 04:00 de la madrugada de este sábado.
"Qué desesperación que nos daba porque parecía que ya lo iban a alcanzar. Primero estuvo ya bastante avanzado y le iban mermando el tiempo. Qué desesperación que nos daba", relató emocionada al comenta que pedían a Dios que le ayude a su hijo.
Se declaró "feliz, contenta y agradecida a Dios que nos ha bendecido" y consideró que su hijo "ha hecho lo máximo que ha podido".
"Ha cumplido sus sueños, lo que él deseaba cuando era un niño pequeñito, cuando era chiquitito él tuvo ese sueño de ser un ciclista y de irse a una gran" competencia, relató.
Montenegro aseguró que se estaba preparando para recibir hoy a los aficionados que estaba segura visitarán su hogar: "Estoy preparando unos choclitos, las habitas, los mellocos, el morochito, como siempre yo les espero aquí, con el caldito de la gallina".
"Viene mucha gente desde distintas partes del país, incluso del exterior también nos visitan, tenemos muchos visitantes casi a diario", anotó.
Precisamente uno de esos visitantes fue Carlos Herrera, quien viajó desde Quito para compartir con la familia Carapaz la hazaña de Richard.
El aficionado comentó que en el trayecto se perdieron en el camino pero que valió la pena el esfuerzo para atestiguar algo "impresionante" como el hecho de que Carapaz haya dado al país la segunda medalla olímpica de oro, después de la conseguida por el marchista Jefferson Pérez, en Atlanta en 1996.
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