El colectivo Yasunidos entregó ayer más de 700.000 firmas al CNE.
El colectivo Yasunidos, que ayer entregó miles de firmas al Consejo Nacional Electoral en busca de una consulta popular sobre la anunciada explotación petrolera en una zona de la Amazonía ecuatoriana de alta biodiversidad, aseguró hoy que se prepara para la etapa de verificación de las rúbricas.
"La guerra no está ganada todavía, pero ganamos la primera batalla: entregar las firmas contra viento y marea (y boicot)... Q VIVA EL YASUNÍ!", escribió el colectivo en su cuenta de Twitter.
Escoltados por decenas de personas, representantes del colectivo protagonizaron ayer una caminata por diversas calles de Quito hasta llegar al Consejo Electoral para entregar los formularios de las firmas que, aseguraron superan las 700.000, recolectadas durante unos seis meses.
"Vamos a defender cada firma como si fueron hijos propios! esa será nuestra segunda batalla!!", añadió el colectivo en la red social.
El pasado 15 de agosto, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, anunció la eliminación de la iniciativa Yasuní-ITT, porque, según dijo entonces, "el mundo nos ha fallado" al no contribuir con el proyecto que pretendía proteger un sector de la selva amazónica y dejar bajo tierra un importante yacimiento petrolífero.
"El factor fundamental del fracaso (del proyecto) es que el mundo es una gran hipocresía", aseguró entonces Correa en un mensaje a la nación, en el que anunció que pedirá la autorización a la Asamblea Nacional (Parlamento) para explotar crudo en el parque nacional Yasuní, declarado Reserva Natural de la Biosfera por la Unesco.
Correa también explicó que la explotación petrolera en el Yasuní afectará "menos del uno por mil del Parque", que abarca un millón de hectáreas de la selva amazónica y que el aprovechamiento de las reservas del ITT representarán ingresos por unos 18.000 millones de dólares.
Para el gobernante, la explotación del crudo en las zonas de Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT) del Yasuní, se efectuará con la mejor tecnología disponible para minimizar el impacto ambiental en esa región, considerada una de las mayores reservas de biodiversidad del planeta.
Ecuador lanzó el proyecto hace seis años en la sede de Naciones Unidas, cuando pidió la "corresponsabilidad" económica de la comunidad internacional para no explotar el crudo del eje ITT, lo que también suponía evitar la emisión a la atmósfera de 407 millones de toneladas de dióxido de carbono, que se generaría con la combustión del hidrocarburo.
Correa ha recalcado en las últimas semanas el derecho de la ciudadanía para reunir las firmas a fin de convocar a la consulta popular.
"Tienen todo su derecho de reunir las firmas (para solicitar la consulta popular). Si las reúnen vamos a la consulta. Jamás temeré el veredicto del pueblo ecuatoriano", dijo en marzo pasado el mandatario, quien se mostró convencido de que su posición, favorable a la extracción de crudo, ganaría en las urnas.
Según Correa, los recursos resultantes de la extracción del crudo servirán para dotar zonas del país, principalmente en la Amazonía, de servicios de agua potable, alcantarillado, recolección de basura, mercados, estaciones de tren y hospitales, entre otros.
"La selva no se vende! La selva se defiende!!!", gritaban ayer los participantes en la marcha de los Yasunidos, que se definen como una "unión de jóvenes, artistas, organizaciones y demás personas, para proteger al Parque Nacional Yasuní y sus comunidades indígenas, del extractivismo".
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