Viteri: Ley de Ordenamiento Territorial "terminaría" con puerto de Guayaquil

La asambleísta nacional por la alianza PSC-Madera de Guerrero, Cynthia Viteri, dialogó en Contacto Directo sobre el anteproyecto de Ley de Ordenamiento Territorial, Gestión y Uso del Suelo, que se debate en la Asamblea Nacional. 

En este sentido, recordó que la Constitución le da a los Gobiernos Autonómos Descentralizados (GADs) independencia política, administrativa y financiera, así como del uso del suelo, lo que significa que las alcaldías pueden clasificar su territorio en zonas rurales, urbanas, de viviendas, de comercio y zonas industriales.

“Esta ley dice que van a crear dos organismos: una superintendencia y una junta reguladora para que, por encima de los municipios, primero sancione a los funcionarios municipales -esto ya va atropellando la autonomía administrativa-; segundo dicte normas obligatorias fuera de las ya contempladas en la Ley, para que los municipios se sometan respecto de sus planes de ordenamiento territorial, y tercero obligan a consultar cada vez que hacen su plan de ordenamiento territorial a estos organismos para supuestamente evitar que exista peligro para las personas cuyas viviendas estén ubicadas en zonas, por ejemplo de invasión; pero la persona que va a invadir zonas que no están destinadas para el uso de suelo de viviendas no les interesa cuál sea la función de ese espacio, sencillamente actúa fuera de la ley”, explicó Viteri.

Asimismo, señaló que Pabel Muñoz, secretario nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), dijo en un evento internacional que a él “le preocupaba que ciudades como Quito y Guayaquil tuvieran alcaldes de derecha y que ellos no vayan a seguir el planteamiento de la revolución ciudadana, pero ambas ciudades, así como Cuenca, Machala y Babahoyo, rechazaron ese modelo, cómo es que ahora quieren imponerlo a la fuerza en las ciudades que perdieron”.

Viteri dijo que, en el caso de Guayaquil, implicaría ya no poder decidir qué pasa con los terrenos que existen alrededor de los puertos, “para así poderlos asfixiar y terminar con la actividad que es la vida, el corazón de esta ciudad”.

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