Francisco se detuvo ante una imagen de la Virgen María y colocó un ramo de rosas y un rosa
Francisco es imparable. Su jornada empezó hoy muy temprano en Guayaquil y concluyó en Quito, en donde compartió y saludó a los católicos hasta cerca de las 22:30. Tras cumplir con una apretada agenda, Francisco incluyó un acto más en su itinerario: ofreció un ramo de rosas a la Virgen María.
Francisco dejó un ramo de rosas ante una imagen de la Virgen María.
Foto: Captura de pantalla de Ecuavisa
Luego de dirigir el rezo de un Ave María junto a la multitud, el pontífice recorrió a pie los 50 metros que separan Carondelet de la Catedral de Quito. Allí, con un arreglo floral en mano ingresó a la Catedral Metropolitana y tras recorrer varios metros acompañado del presidente Rafael Correa y otros sacerdotes, Francisco se detuvo ante una imagen de la Virgen María. A los pies de esa estatua dejó unas rosas y le colocó un rosario.
En la capilla del Santísimo, ubicado en la parte trasera del retablo principal, el papa tuvo su momento de recogimiento e inmediatamente volvió al pie del Altar Mayor. Allí saludó a varios de los presentes, entre ellos el alcalde de Quito, Mauricio Rodas.
El papa en los exteriores de la Catedral Metropolitana de Quito. Foto: AFP
Luego de esta breve visita a la iglesia mayor de la ciudad, Francisco fue a la Nunciatura Apostólica, donde se aloja. Allí, además de los fieles ecuatorianos, también se pudieron observar personas que portaban banderas de Colombia, Perú y Argentina.
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