Testimonio de paciente: "antes salía de las diálisis con calambres y desmayos, pero hoy tengo una nueva vida"
La historia del paciente Eduardo T. (nombre protegido), de 65 años, quien se benefició de un trasplante renal en el Hospital de Especialidades Teodoro Maldonado Carbo del IESS
Eduardo T. (nombre protegido), de 65 años, que se benefició con un trasplante renal en el Hospital de Especialidades Teodoro Maldonado Carbo (HTMC) del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Asegura que no tenía esperanzas para salir adelante y a vida le ha brindado una nueva oportunidad para sonreír.
¿Cómo empezaron sus problemas de salud? Un día se descompensó. No podía moverse, tenía fiebre y frío. Acudió al médico del Seguro Social de Manta para tratarse. Después de una serie de exámenes, el médico le advirtió que padecía de insuficiencia renal crónica, que sus riñones ya no estaban funcionando de manera correcta y que debía someterse a sesiones de hemodiálisis si quería seguir con vida.
Se sometió a diálisis durante cinco años. Cuatro de ellos fueron en el centro en donde fue atendido inicialmente. Cuando le hicieron la propuesta para ponerlo a la lista de espera para un trasplante, aceptó sin dudarlo porque era la única manera de dejar las pesadas sesiones de diálisis, a las que era sometido tres veces por semana. En espera para el trasplante en el HTMC, estuvo alrededor de seis a siete meses.
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“Uno sale mal de las diálisis con calambres y hasta desmayos, tenían que acostarme nuevamente hasta recuperar la conciencia y que me reanimen”, recuerda.
Con lágrimas en los ojos de la emoción, comenta que sus nietas son sus pilares. Ellas son las que lo esperan y animan a seguir adelante. Ahora, con el trasplante puede disfrutar tiempo con la familia y llevar a sus nietas a la escuela, lo que antes le era imposible por su exigente horario de tratamiento.
“El IESS me salvo la vida porque pasaba encerrado en mi casa ¡yo ya no era nadie! ahora tengo una nueva vida para seguir luchando cada día”, afirma. Confiesa que se siente culpable por la enfermedad que desarrolló porque antes de ser diagnosticado no se cuidaba y bebía, esto fue afectando su salud lentamente.
“De toda mi familia yo soy el primero que me hago diálisis. A veces, uno mismo busca esto tomaba incluso tres días seguidos”, agrega. Mientras espera que le den de alta, comenta que siempre recomienda a sus amigos que se cuiden para evitar la enfermedad renal crónica, pues es una de las más terribles que existen debido a que se puede convertir en una patología mortal, si no se trata a tiempo.
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