20 jun 2023 , 07:07

Quito: así es un día en prisión para los niños que viven junto a sus madres en la cárcel

Los niños viven con sus madres hasta que cumplen tres años.

   

Cinco mujeres embarazadas y 32 niños permanecen en el Centro de Privación de Libertad Pichincha N°3, en Chillogallo, al sur de Quito. Los niños estarán junto a sus madres hasta que cumplan tres años.

Virginia debe cumplir ocho años de condena y está a punto de dar a luz, es su tercer embarazo. Hace dos meses fue trasladada desde la cárcel de Latacunga para culminar con la etapa de gestación.

Cuenta que a sus otros tres hijos no les ha visto, "solo el día que caí presa y de ahí no les volví a ver", dice la interna, es decir, hace cuatro años.

Verónica Benavides, directora de ese Centro, explica que, al igual que otros centros, también se clasifican por índices de peligrosidad.

El Ministerio de Salud Pública lleva el registro de las madres y los niños, por ejemplo, vigilan la adecuada nutrición de los menores.

Lea también: Santo Domingo: parlantes, cocinetas y TV, entre los artículos decomisados en un nuevo operativo en la cárcel de Bellavista

Dentro de la cárcel hay un Centro de Desarrollo Infantil

En esta prisión se creó un Centro de Desarrollo Infantil, a cargo del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), donde a partir del año de vida los hijos de las internas asisten y se los prepara porque serán separados de sus madres, quienes deben pagar sus condenas.

Los bebés que todavía no cumplen un año pasan todo el día con sus madres en las celdas, que no son como en otras cárceles donde se comparte un mismo espacio.

La jornada termina a las 17:00 todos los días, después de que las presas reciben sus meriendas.

Otras mujeres vulnerables permanecen en esa cárcel

Hasta aquí llegan las mujeres en estado de vulnerabilidad sin importar su cargo o sentencia, como María, que hace un año fue diagnosticada con cáncer de seno y tiene una condenada de 17 años.

"Por el cáncer yo no pudo estar triste", dice María y asegura que sigue en la lucha.

Varias de las internas, en medio de su encierro, realizan actividades de panadería, belleza y cosecha de alimentos.

El MIES invierte un millón 450 mil dólares en este proceso de acompañamiento a los pequeños que crecen en el centro de detención los primeros años de vida.

Lea más: Ataque armado en Esmeraldas contra la directora de la cárcel de mujeres

Noticias
Recomendadas