Algunas mujeres, que son madres de un solo hijo, han decidido no repetir esa experiencia.
Al hablar de maternidad, por años, la historia ha sido la misma. Un relato muchas veces idealizado sobre una experiencia que cambia para siempre la vida de las mujeres.
Pero un aspecto de la maternidad que es prácticamente un tabú en el mundo, es que ser madre, cuesta asumirlo, incluso en 2023, no es una obligación. Sin embargo, hoy en día es cada vez más común la decisión de mujeres de no tener hijos, pero también hay aquellas que si tuvieran otra oportunidad no volverían a ser madres.
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En los testimonios recogidos en este reportaje (aclaración) todas destacaron su amor por sus hijos, pero la experiencia de la maternidad es lo que no quieren vivir nuevamente. ¿Por qué estas mujeres decidieron no volver a tener hijos? Estas son las razones.
La presión social de que un solo hijo no es suficiente
Gabriela Navarrete tenía 19 años cuando se enteró que estaba embarazada. El escenario fue así: eran sus primeros meses en la universidad, con sueños de viajar al exterior y con una relación de tres años. Sí, hubo un cambio a los planes que había imaginado.
"No puedo decir que la experiencia haya sido fea, pero a la edad que la tuve era todo incierto", recuerda sobre los primeros años. Lo que más ha disfrutado de la crianza es que ha podido educar a su hija con otra visión del mundo, de una manera más inclusiva.
Dice que sí sintió presión social cuando decidió no volver a ser madre, "lo que más me fastidia del tema de la maternidad es romantizar y el miedo de los hijos únicos", lamenta.
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En más de una ocasión ha recibido comentarios sobre las supuestas desventajas de que su hija no tenga un hermano, esto le dicen: "tienen que crecer acompañados (...) lo ideal son tres, bueno, como está el mundo, ahora, ten dos", y ella discrepa "la gente quiere que te llenes de hijos". Una idea con la que no está de acuerdo.
En esa posición también se ha encontrado María del Cisne Guamán, quien fue mamá a los 24 años, para ella la decisión de tener hijos debe ser "personal y sensata", dice, además, no quiere volver a ser madre porque piensa que "ellos son un compromiso de amor, una responsabilidad para toda la vida. Sabiendo lo que significa eso, comprendí que soy feliz siendo la mamá de un solo hijo".
"La sociedad debe entender que la maternidad es un rol, un papel más que las mujeres tenemos la libertad de escoger vivir o no", dice María del Cisne Guamán, madre de un niño de nueve años.
Sin embargo, después de que tomó esa decisión también ha recibido cuestionamientos, “aún escucho comentarios de por qué solo un hijo, el niño está creciendo solito”, describe.
¿Los hijos vienen con "el pan bajo el brazo"?
Gabriela, hoy de 34 años, al conocido refrán de que "los hijos vienen con el pan bajo el brazo", lo cataloga como una mentira.
Otro aspecto del por qué de su decisión se debe a lo que económicamente implica traer un hijo. Su anhelo es poder darle lo mejor a su hija, sobre todo, lo que esté a su alcance con su trabajo, algo que podría complicarse con un segundo.
Para Raquel Barba, abogada de 50 años, ser madre fue una decisión en una etapa de su vida en la que se sentía lista, y pese a ello, reconoce que "es una parte muy fuerte en la vida de la mujer porque implica responsabilidad, se debe estar segura".
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Ella describe a la maternidad como una aventura, pero recuerda que al inicio tuvo que sortear varios retos entre ser madre y trabajar, "para mi fue muy duro el comienzo, me tocaba ir al juzgado y me la llevaba a mi hija, en el bus, a escondidas a la universidad", aunque, resalta que eso a su vez fue una enseñanza para su hija de que nada es fácil.
"Nunca me arrepiento de haber tenido solo una hija", señala Raquel Barba, madre de una joven de 24 años.
Raquel comparte el pensamiento de Gabriela de no ser madre nuevamente, dice que ella quería cumplir con su hija y estar presente, pero además que no le faltara nada, "siempre me he puesto metas en la vida, yo sufrí mucho económicamente y dije no, yo no quiero una vida así para mí y para mi hija".
Planes de viajar y salir adelante
Pero, sus razones para no querer más hijos no fueron sólo económicas, van más allá. En ambos casos tanto de Raquel como Gabriela sus hijos ya están grandes.
Es que volver a empezar con un bebé no suena muy atractivo, en cambio, planear viajes y pensar en las metas a futuro, sí. Raquel lo resume bien: "tengo 50 años y tengo una hija de 23 años, compartimos aventuras juntas, compartimos metas juntas, es chévere".
Este año su hija cumple 15 años, cuenta Gabriela, lo que ha hecho que su rol sea distinto, "una vez que tu hijo va creciendo, tu estilo de vida también comienza a cambiar, actualmente, así tuviera toda la plata, me dedicaría a viajar, cuando tenga vacaciones, junto a mi hija".
Por ese pensamiento la gente, dice, le ha dicho que es "egoísta".
"La maternidad será deseada o no será"
Lo cierto es que no todo el mundo nace para ser madre, y muchas veces la idealización de ese rol puede causar daño.
"Después de tener a mi hijo, entendí que querer vivirlo de esa forma no era saludable porque es totalmente irreal y puede llenarte de culpa cuando no alcanzas esos ideales que la sociedad construye", menciona Cisne.
De hecho, la socióloga israelí, Orna Donath, y autora del libro "Madres arrepentidas: Una mirada radical a la maternidad y sus falacias sociales", en una entrevista con la BBC aborda el tema y alega que existen muchas mujeres que no reconocen las dificultades o incluso el arrepentimiento y eligen llevar ese secreto a la tumba.
"Para mí la maternidad es completamente una decisión y con eso quiero decir que estoy a favor del aborto; las personas tienen que empezar a tener maternidades más conscientes", dice Gabriela Navarrete madre de una adolescente de 14 años.
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