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Un análisis revela la realidad de trabajadores experimentados y las perspectivas del mercado laboral ecuatoriano.
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Imagen de referencia.( )
La población global está atravesando un cambio demográfico sin precedentes, marcado por el envejecimiento progresivo.
Este fenómeno, cada vez más evidente en Latinoamérica, plantea desafíos significativos, especialmente en el ámbito laboral.
En Ecuador, como en muchos países, la edad de jubilación ha aumentado gradualmente, y actualmente, los trabajadores pueden acceder a la jubilación ordinaria del IESS a los 60 años con 30 años de aportes.
Este cambio demográfico se refleja en el incremento previsto de pensionistas del IESS, que se espera supere los 700,000 para el 2024.
A pesar de este panorama, la inserción laboral de personas mayores de 50 años sigue siendo un tema subestimado.
Un análisis realizado por Adecco Ecuador revela que el 75% de las empresas carecen de políticas de inclusión para este grupo demográfico, perpetuando estereotipos infundados sobre su capacidad laboral.
Se asume erróneamente que carecen de habilidades digitales, no pueden adaptarse a cambios o esperan sueldos elevados.
Sin embargo, los datos desmienten estas percepciones.
Estudios muestran que, si bien la capacidad física puede disminuir con la edad, el conocimiento y la experiencia continúan aumentando, incluso después de los 80 años.
Los trabajadores mayores también presentan tasas de accidentes laborales menores debido a su experiencia.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) incluso encontró que un incremento del 10% en empleados mayores de 50 años puede aumentar la productividad de una empresa en un 1,1%.
No obstante, ciertos grupos dentro de la población mayor enfrentan desafíos adicionales.
Las mujeres, aquellos con largos periodos de desempleo, y los trabajadores poco calificados tienen tasas de desempleo más altas a nivel global.
Con el envejecimiento continuo de la población, es imperativo abordar cómo la futura escasez de trabajadores puede crear oportunidades para este grupo y afectar su necesidad de reciclaje laboral.
En Ecuador, donde la economía informal es significativa, las desigualdades basadas en la edad se agudizan aún más.
Las personas mayores de 65 años constituyen el grupo con mayor porcentaje de empleo informal.
Sin embargo, el mercado laboral ecuatoriano también ofrece oportunidades.
Los profesionales mayores, denominados “Juniors +40”, están adentrándose en sectores tecnológicos después de una carrera diversa, brindando una combinación única de experiencia y adaptabilidad.
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