El brote en 2022 de viruela del mono cerró en Ecuador con casi 500 contagios, pero ningún fallecido

El virus de la viruela del mono no es nuevo para el Ecuador. El último brote importante comenzó el 6 julio de 2022, cuando el Ministerio de Salud Pública (MSP), luego de una investigación epidemiológica, confirmó el primer caso en el país.

La paciente cero fue una mujer de 30 años, que presentó síntomas como fiebre, decaimiento, malestar general y vesículas (similares a granos), que fue atendida en Guayas.

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El entonces ministro de Salud, José Ruales, la describió como "una enfermedad inusual; no severa", y anunció cinco medidas para vigilar y controlar la propagación del virus, como mejorar la capacidad de diagnóstico, capacitación, seguimiento, reforzar el uso de equipos de protección personal (principalmente mascarillas) y trabajo con poblaciones clave.

Pero para el 12 de octubre, el país tenía 185 casos confirmados y 13 días después, la cifra subió a 243 contagios, siendo las provincias de Pichincha, Guayas y Azuay las que albergaban el mayor número.

El 20 de octubre de 2022, las autoridades sanitarias anunciaron la adquisición de 5 800 dosis de vacunas contra viruela del mono, y el arribo inmediato de 1 800.

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Su aplicación se inició en noviembre a personas con alto riesgo de contagio, como personal sanitario, y se centró en las provincias que registraban el mayor número de casos.

La siguiente fase se realizó a contactos de casos confirmados y, posteriormente, a población vulnerable. Mientras tanto, el MSP afirmó que los pacientes no tuvieron ninguna complicación de salud y permanecieron en sus domicilios cumpliendo con el aislamiento.

A pesar de las medidas, los casos continuaron en aumento durante el 2022 hasta cerrar el año con 441 contagios confirmados. A pesar de ello, hasta el 6 de diciembre no hubo personas hospitalizadas por la enfermedad ni tampoco se registraron decesos.

Los casos empezaron a descender para el inicio del 2023, y en febrero de ese año, la autoridad sanitaria informó de siete nuevos contagios. Para contrarrestarlos, anunciaron una segunda fase de vacunación que se ejecutó en marzo.

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El índice de transmisión bajó considerablemente, por lo que las autoridades dejaron de considerarla una amenaza latente para la población.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), la describe como una enfermedad poco frecuente, que suele afectar a roedores, como ratas o ratones, y a primates no humanos, como los monos. Sin embargo, también a personas.

El virus generalmente se encuentra en África Central y Occidental, pero se contagia por los siguientes motivos:

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Los síntomas duran de dos a cuatro semanas, y los primeros se manifiestan entre el primero y cuarto día de contagio. Estos son: fiebre, sarpullido en la piel, hinchazón de los ganglios linfáticos, dolor de cabeza, dolores musculares y en la espalda, escalofríos y cansancio.