01 sep 2023 , 06:00

Quito: "los delincuentes maniataron a mi esposo y lo botaron en un terreno baldío de la vía a Nono", dice Karla, víctima de la inseguridad

Los ladrones fingieron ser usuarios de servicio de transporte para robarle su vehículo. El hecho ocurrió el 27 de diciembre de 2022 en Quito.

   

El esposo de Karla S. (nombre protegido) fue víctima de un secuestro en el norte de Quito. Los delincuentes se hicieron pasar por usuarios de transporte para robarle el vehículo.

A continuación su testimonio:

"Eran las 21:00 del 27 de diciembre de 2022. Mi esposo trabajaba en una aplicación móvil que funciona dando servicio de transporte. Esa noche, dos mujeres y un hombre le solicitaron una carrera que comenzó en el sector de las avenidas Amazonas y Naciones Unidas, norte de la capital.

Se subieron al auto y avanzaron normalmente. Cuando llegaron a Carcelén, a la altura del Hospital IESS San Francisco, uno de ellos sacó un cuchillo y lo puso en el cuello a mi marido. Le exigió que se detenga. A punta de golpes, lo llevaron a la parte posterior del vehículo y el delincuente tomó el volante.

A mi esposo le pusieron contra el piso del carro y con amenazas le dijeron que no levante la cabeza. Una de esas mujeres le apuntaba con el arma blanca en la espalda. Si mi marido se movía, ella le picaba con la intención de herirlo.

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Así avanzaron a gran velocidad y él sentía que subían por una montaña. Trataba de ver hacia arriba para identificar el lugar, pero esa mujer le clavaba la punta del puñal. Lo maniataron y taparon la boca hasta abandonarlo en un terreno baldío y obscuro.

Esperó que se vayan y se desató con todas sus fuerzas. Cuando logró zafarse de las cuerdas, los delincuentes volvieron para pedirle la clave y encender a nuestro Grand Vitara de color negro. En ese instante le volvieron a amarrar con mayor fuerza como si estuviera embalado y se fueron con rumbo desconocido. Se llevaron el carro.

Mi marido luchó para zafarse, pero se le hizo más complicado porque lo sujetaron con mucha fuerza. Utilizó piedras, palos, ramas de árboles y todo lo que pudo para romper las sogas. Se frotaba las manos, movía con fuerzas los brazos hacia arriba y abajo.

Quote

"Hemos ido a la Policía para ver si apareció el vehículo, pero lamentablemente no hemos tenido resultados. El agente que nos encargaron nunca nos ha llamado. Hemos dado por perdido al carro que nos costó mucho comprarlo".

El sitio era obscuro. Tenía mucho miedo de caer en el fondo de una quebrada. Casi a la media noche, logró liberarse y salió caminando con dificultad. En el sitio había bastantes perros que ladraban y, por momentos, parecía que esas mascotas le guiaban por lugares seguros. Mi marido solo les seguía por donde caminaban.

Así llegó hasta un pequeño caserío en donde le ayudaron prestándole un teléfono celular. Me llamó e inmediatamente cancelamos las tarjetas de crédito y débito. Se comunicó con la Policía y lo trasladaron a la UPC de la cooperativa Jaime Roldós; no pudieron llevarle a la casa porque no tenían gasolina. Fui a verle a las 02:00. La situación era desesperante y la Policía realmente no ayudó, siempre pusieron pretextos. Los delincuentes se llevaron su móvil, billetera, las llaves de la casa, absolutamente todo.

Nos tocó cambiar los códigos de las puertas por seguridad. Los asaltantes utilizaban mascarillas, por lo que no se podría reconocerlos.

Hemos ido a los patios de la Policía a verificar y los mismos agentes nos han dicho que demos por perdido a nuestro Grand Vitara. Nos indicaron que, posiblemente, se llevaron al carro a alguna hacienda en un sitio alejado. Otra posibilidad es que se encuentra en Colombia".

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