Quito: 11 casos de delincuentes disfrazados de repartidores se han registrado
Según la Policía Judicial, los delincuentes han sido encontrado con armas de fuego y motocicletas que no están bajo la normativa de tránsito
Los casos de robos y asaltos perpetrados por personas disfrazadas como repartidores a bordo de motocicletas son cada vez más frecuentes en Quito. Algunos han sido registrados por cámaras de seguridad en tiendas, restaurantes y toda clase de locales comerciales.
Las imágenes son las mismas y se observa a individuos que portan mochilas de entrega y armas de fuego. Según datos de la Policía Nacional, 11 casos de personas que utilizan como fachada el ‘delivery’ se han reportado en Quito. Cinco han sido detenidas.
“Hemos detectado que muchas veces estos ‘delivery’ realizan acciones irregulares y delictuales. Los hemos encontrado con armas de fuego, motos que no están bajo la normativa de tránsito. También motocicletas que han sido hurtadas o robadas, así como extranjeros que se encuentran en situación irregular en el país”, dijo Pablo Luna, jefe de la Policía Judicial.
Según la directora de la Cámara de Innovación y Tecnología, Gisella Montalvo, existe una afectación para las plataformas y trabajan para mejorar los procesos de seguridad e identificación de quienes realizan las entregas. “Sabemos que hay una situación nacional que sale de nuestras manos. Por eso nos hemos unido, hemos hablado de reforzar campañas de comunicación en las que recordemos a los tres actores del lado de quienes utilizan a los repartidores. Hay pedir la cédula, estatus migratorio y revisar récord policial”.
Sin embargo, una mochila de estas se puede adquirir por 20 dólares sin tener registro ni cambio de plataforma con la cual labora. “La compré a un amigo, no se puede verificar si fue utilizada legalmente”, expresó el repartidor Miguel García.
“Es fácil obtener el bolso porque cualquier persona la puede vender o la roban porque las dejamos en los parqueaderos de los centros comerciales”, dijo Kevin Landeta.
Kevin cuenta que que en su caso existe un código impreso en su mochila. “Si veo a alguien con mi código le puedo quitar o denunciar a la Policía Nacional. Los controles deben reforzarse para verificar que trabajan en restaurantes u otros negocios”.
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