Un audio que está en poder de los sistemas de Inteligencia revela pistas de lo que le pasó al número dos de Los Choneros.
Los sistemas de inteligencia de Ecuador manejan la información de que Junior Roldán, quien era el segundo al mando de Los Choneros y que recientemente fue asesinado en Colombia, no habría sido víctima de un grupo criminal rival a esta banda que tiene nexo con el Cartel de Sinaloa de México.
A Junior Roldán, alias JR, no lo pudo haber matado cualquiera, sino alguien cercano. Su cuerpo fue descubierto la tarde del pasado sábado, 6 de mayo, en una zona rural del municipio de Fredonia, muy cerca de Medellín, en el departamento de Antioquia.
La confirmación de su identidad se comunicó el lunes, tras comparar sus huellas dactilares con registros enviados por las autoridades de Ecuador.
Según se conoció entonces, el cuerpo habría sido arrojado en una zona boscosa y tenía una herida de bala en su cabeza.
Al ser consultado sobre el hallazgo, el alcalde de Fredonia, Gustavo Guzmán Maldonado, le dijo a la prensa local que no se descartaba que el hombre hubiera sido asesinado en otra zona del suroeste antioqueño y luego arrojado en esa comunidad, donde "nadie lo había visto antes".
"A JUNIOR ROLDÁN LO MATÓ UN MUCHACHO DE 17 AÑOS"
Un audio que está en poder de los agentes de Inteligencia da la pista de quién mató a Junior Roldán en Colombia. El que habla es un hombre que supuestamente integraba uno de los círculos de seguridad de JR en Ecuador.
De hecho, cuando el 16 de marzo pasado un grupo de sicarios intentó matar a Junior Roldán en El Triunfo (Guayas), su tierra natal, fueron sus dos anillos de seguridad los que le permitieron escapar con vida, aunque herido.
¿Quién era Junior Roldán, alias JR?
Sus guardias se enfrentaron a los tiradores mientras JR huía despavorido de un billar en el que se encontraba. Los investigadores saben que muchos hombres del anillo exterior, ubicado a unas cuadras del local, murieron al ser sorprendidos por los atacantes, pero eso dio oportunidad a su círculo más cercano para responder el asalto armado y proteger a Junior Roldán.
Aquella vez, como el 14 de febrero de este año, cuando JR salió de la cárcel de Guayaquil, su escolta usó fusiles, subametralladoras y pistolas automáticas para resguardar al número dos de Los Choneros, banda en la que el principal cabecilla es Adolfo Macías Villamar, alias Fito, aún en prisión pero que estaría próximo a salir de la cárcel.
Todos se movilizaban en grandes camionetas y vehículos de alta gama donde sacaban a relucir sus armas así sea para tratar de evadir un control policial en la vía.
Pero tras el atentado en El Triunfo, Junior tuvo que huir, se sacó el grillete porque -según un agente- pensaba que sus verdugos lo podían ubicar mediante la señal de GPS que emitía el aparato de vigilancia puesto por el sistema penitenciario.
Junior Roldán: el capo tenía 10 condenas, pero fue un gran beneficiado de la justicia ecuatoriana
Con su muerte se conoció que había escapado hacia Colombia y aunque no se sabe exactamente desde cuándo estaba en el vecino país, las investigaciones allá apuntan a que Junior Roldán fue asesinado en una riña derivada de un maltrato a una mujer.
En la grabación en la que se revelaría que un joven lo mató, también se dice que "Junior estaba chupando (bebiendo licor) desde el jueves" y que en algún momento entre la noche del viernes y la madrugada del sábado "le empezó a pegar a una mujer".
Al ver la agresión, un hermano menor de la atacada por Roldán sacó un arma y no dudó en dispararle directo a la cabeza al capo.
El cuerpo no presenta más disparos, solo un tiro de gracia, tampoco estaba maniatado ni tenía señales de tortura que una banda criminal suele dejar a sus rivales, mucho más tratándose de un cabecilla. Por eso toma fuerza la teroría de que a Junior Roldán no lo mató ninguna banda que buscaba eliminarlo en Ecuador.
En Colombia, Junior Roldán no tenía a disposición el escuadrón de hombres que formaban sus dos anillos de seguridad, no contaba con armas sofisticadas ni vehículos todoterreno para huir. Se sentía a salvo en medio de una zona montañosa y se creyó intocable entre unas pocas personas que debían temerle por su largo historial criminal.
Ya había escapado de la muerte el 16 de marzo en el sanguinario atentado en El Triunfo, perpetrado por un centenar de hombres que acribillaron todo lo que se les ponía en frente, pero 51 días después Junior Roldán fue asesinado con una sola bala y su cuerpo fue arrojado por una ladera.
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