Mayor interés entre guayaquileños por adquirir un seguro de vida ante ola de asesinatos

La semana pasada se viralizó en Twitter una publicación en la que una ciudadana preguntaba si sus allegados podían reclamar su póliza de seguro en caso de que ella sea asesinada.

Y es que, en ciudades como Guayaquil, Durán, Samborondón, Daule, Manta, Machala o Esmeraldas, plantearse la posibilidad de morir acribillado dejó de ser una idea desproporcionada.

En estos cantones los crímenes ocurren dentro de viviendas, en el transporte público, un restaurante, un hotel o en una zona comercial.

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Aunque la mayoría de los ecuatorianos pudiera no considerar una prioridad contratar seguros privados (más allá del de salud o para sus vehículos), actualmente existe más interés por comprar pólizas de vida, según representantes de dos empresas que ofrecen estos servicios.

La ola de asesinatos en el país genera entre muchos una sensación de temor y desesperanza, tal como ocurrió durante los primeros meses de la pandemia del COVID-19.

Las traumáticas experiencias e imágenes que dejó la crisis sanitaria entre marzo y mayo de 2020, cuando Guayaquil fue epicentro de la pandemia, provocó que los ciudadanos adquieran más seguros, especialmente de salud.

Sin embargo, de acuerdo a Raúl García, bróker (agente) de Goque Seguros, el miedo no debería motivar la compra de una póliza de vida, sino que su adquisición debe ser considerada como un respaldo.

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Destaca que en algunos planes hay incluso la opción de ahorro de dinero, que puede ser retirado en un tiempo determinado sin que el contratante haya fallecido.

"Como negocio, no es que nos complace esta situación", señala por otra parte Christian Mori, de Seguros DC, quien coincide con García en que la compra de un seguro de vida debe ser asumida como "una actitud responsable con la familia".

Las pólizas de seguro de vida tuvieron que ser modificadas justamente a raíz de la pandemia.

Aunque la ola de criminalidad que atraviesa Ecuador es inédita -ya superando en cifras al violento 2021-, las coberturas de seguro no han sido reajustadas por las muertes violentas. Sin embargo, según García, cada año se revisan los planes y "seguramente el tema de los asesinatos influirá en un reajuste de precios" en 2023.

Tanto García como Mori resaltan que cualquier persona puede ser asegurable, no obstante, debe comprobarse su estado de salud y verificarse que no esté vinculada a actividades fuera de la ley.

Luego las compañías de seguros analizan su nivel de endeudamiento y las necesidades de su familia: educación, vivienda, salud, entre otros aspectos.

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"Debemos ver cuánto necesita su familia para continuar con su estilo de vida en caso del fallecimiento del cliente", añade García.

La dos empresas consultadas por este medio resaltaron que sus pólizas ya cubrían a sus clientes en caso de asesinato.

Indican que el monto total de cobertura va desde los 100.000 dólares hasta los tres millones de dólares, dependiendo de la aseguradora con la que se trabaje.

En el país, el mercado de los seguros es, en su mayoría, comercializado por los brókers, quienes trabajan como intermediarios entre las compañías aseguradoras y los clientes.

En el caso de Seguros DC, laboran con BMI, Seguros Pichincha, Equivida y Pan-American Life; mientras que Goque Seguros trabaja con BMI y American Fidelity.

Los seguros serán más caros de acuerdo a la edad. Quien tiene más años pagará más.

Previo a desembolsar el dinero de la póliza de vida, las empresas aseguradoras también ejecutan sus propias investigaciones.

Lo primero que las compañías buscan verificar es si la causa de la muerte coincide con lo señalado en el acta de defunción.

En caso de que el contratante haya sido asesinado, la aseguradora buscará comprobar si el occiso tuvo o no vínculos con organizaciones criminales, si había sido amenazado e incluso indagan a sus familiares, amigos y círculo cercano.

Este proceso podría tomar algunos meses.

De constatar que existían nexos con la delincuencia organizada, narcotráfico o actividades fuera de la ley, la póliza no podrá ser cobrada.

En el escenario contrario, el dinero será distribuido entre los beneficiarios y de acuerdo a los porcentajes que el contratante haya dejado indicado. Si los beneficiarios son menores de edad, los fondos estarán a cargo de un tutor.

Por lo general, las pólizas de vida tienen cobertura internacional.

Según las cifras oficiales, desde el 1 de enero hasta este sábado 28 de mayo de 2022, se habían registrado 568 muertes violentas en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), la jurisdicción más violenta del país.

Aunque el Gobierno Nacional atribuye la mayoría de estas muertes violentas a una disputa entre bandas criminales y señala que gran parte de los asesinados tenían antecedentes delictivos, lo cierto es que personas inocentes han sido víctimas colaterales de los enfrentamientos y que los sicarios no distinguen lugares ni personas para cometer los crímenes.

Por ello, pensar en un seguro de vida en Ecuador, donde el Estado no garantiza la seguridad, no es desproporcionado.