Previo a la masacre en Durán, otros dos hombres fueron asesinados en la ciudadela Abel Gilbert

Casi tres horas antes del tiroteo suscitado cerca de un centro comercial de Durán donde cuatro personas fueron acribilladas, otros dos individuos fueron asesinados en la ciudadela Abel Gilbert, también en el cantón ferroviario.

Estos últimos sujetos fueron trasladados a un hospital, pero en el sitio solo se pudo confirmar su deceso. El jefe de la Policía Nacional en Durán, Jorge Hadathy, indicó a los medios de comunicación que ambos hechos violentos "aparentemente podrían tener relación".

Hasta las 07:00 de este miércoles 30 de agosto no había algún sospechoso detenido por ninguno de los casos.

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La noche de este martes 29 de agosto Durán volvió a ser escenario de una masacre. Tres hombres y una mujer fueron atacados a tiros en la vía pública, a pocos metros de la avenida Nicolás Lapentti.

Darío Ronquillo Suárez, Ariel Zambrano Martínez, Franklin Hidalgo Tuquinga y María Torres Domínguez estaban bajo una carpa que funciona como estacionamiento de tricimotos cuando fueron acribillados por sujetos que se movilizaban en un carro.

La balacera dejó además tres heridos, quienes fueron llevados a casas de salud.

Los agentes de Criminalística recogieron más de 30 restos de bala. Según estos indicios, los sicarios usaron incluso un arma larga. Los cuerpos fueron llevados a la morgue de Guayaquil.

"Es parte de una pugna que existe entre organizaciones delictivas", dijo Hadathy sin ofrecer más explicaciones.

La mañana de este martes un equipo de Ecuavisa estuvo en el sitio de la masacre, que además está junto a una gasolinera y cerca de varios puestos donde se expende comida. Algunos de estos locales no habían abierto, mientras que los ciudadanos que circulaban por el sector evitaban dar declaraciones, no obstante, sin aparecer ante la cámara, reiteraban que tenían miedo.

La masacre de este martes sucedió cerca de la empresa farmacéutica que la semana pasada fue baleada. Los atacantes dispararon más de 90 veces contra las instalaciones de la corporación Farmayala. El atentado no dejó víctimas.

Además, dos días previos al ataque contra la compañía, hubo otro hecho violento. Un grupo de sujetos intentó secuestrar a la hija de un ejecutivo. La mujer circulaba en un carro blindado y estaba acompañada de sus guardaespaldas, además el vehículo era patrullado por una camioneta, también con custodios. Estos agentes impidieron el secuestro de la mujer y se enfrentaron a tiros contra los delincuentes. El cruce de balas dejó tres heridos.