Los negocios y pequeños comerciantes a pérdida por las bandas de extorsionadores

Los dueños de pequeños negocios y emprendimientos, en Quito, son víctimas de bandas de extorsionadores que piden dinero a cambio de “seguridad” o simplemente los amenazan. Ante esa realidad, deben cerrar sus establecimientos comerciales temprano y no pueden quedarse hasta más tarde para mejorar sus ingresos.

Esa realidad se vive en casi la mayoría de los 1.277 barrios de la capital. Según el Diagnóstico Situacional del Distrito Metropolitano, del Observatorio de Seguridad del Municipio, los casos de ‘vacunas’ se reportan incluso en sectores comerciales y exclusivos del hipercentro como la avenida República del Salvador.

Los dueños de restaurantes y hoteles han sido amenazados a través de llamadas telefónicas. Por el miedo, la gente ha modificado sus rutas y vive asustada por la intimidación. "La florería (nombre reservado) fue ocho veces extorsionada. Tuvo que tapar su número telefónico y colocar un correo electrónico y el business por Instagram. Sin embargo, ella muy asustada nos indicó que le habían enviado fotos del vehículo, del esposo y de la casa", indica el reporte.

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Ante esa realidad, los vecinos de ese sector se unieron para contratar seguridad privada y reforzar la vigilancia. “Se está trabajando con la gente para tener alertas y cuando notan que alguien está filmando afuera y dentro de los negocios, poder avisar a todos quienes vivimos en esta zona. Con los guardias mejoraremos el tiempo de reacción”, manifestó una dirigente del sector.

Según datos de la Unidad Anti Secuestros y Extorsión de la Policía Nacional (Unase), los casos de extorsión se incrementaron a escala nacional en más del 100% y Quito no es ajena a esa realidad, lo cual afecta al comercio (ver cuadro).

El mayor Marco Custode, jefe de Operaciones de esa entidad, señala que las ‘vacunas’ son una realidad y se han incrementado porque es un delito que puede ser aplicado por cualquier delincuente. “El delito tiende a incrementarse cuando hay la oportunidad de por medio y la extorsión puede ser utilizado por cualquier persona y es el más fácil que se puede cometer. Solo se necesita un medio de un comunicación, físico o digital, y un poco de amedrentamiento o amenaza”.

Un problema es que la gente no denuncia por temor a represalias. Eso les impide a desarrollar una investigación a profundidad sobre las organizaciones delictivas que se dedican a esa actividad delictiva. "Tenemos que trabajar de forma conjunta porque este delito afecta la productividad económica del país. Los comerciantes no pueden trabajar con tranquilidad".

Hizo un llamado a la gente para que presente sus denuncias ante las autoridades para atacar el problema de raíz.

En Guayaquil y Quito se implementó una campaña para motivar a la gente que denuncie las extorsiones -acota el oficial- pero no han obtenido los resultados que se esperaban. "Necesitamos que nos ayuden a identificar para reducir los índices, más si hay mayor agresividad como el uso de armas de fuego o explosivos".

Con la escasa información que se ha presentado hasta abril del presente año, la Unase ha ejecutado 28 operativos a escala nacional y detuvo a 62 personas.

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Entre los directivos de los gremios productivos hay zozobra e incertidumbre por las extorsiones. Por ejemplo, los representantes de la Asociación de Bares y Discotecas de Quito, que cuenta con 384 socios, aseguran que las afectaciones son al 100% porque el trabajo disminuido.

"No hemos podido contratar generar fuentes de empleo", manifestó una dirigente que pidió la reserva. "Nos hemos visto obligados a reducir personal. La gente no sale a divertirse y eso nos ha perjudicado. A mí me han llamado dos veces para pedirme USD 1.000 mensuales y lo he denunciado en la Fiscalía, pero lamentablemente la Policía no puede hacer mucho".

Los delincuentes le decían que conocían su local y conocían a su familia. Al principio se asustó mucho, pero en la segunda ocasión lo tomó con mayor calma. Recordó que varios colegas de su agremiación cerraron sus negocios porque hombres armados se acercaron a los negocios a pedir altas sumas de dinero. "De los 384 socios de nuestro gremio, un 60% han reciido llamadas de extorsión".

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Lo mismo ocurre con los Panificadores de Pichincha que tiene aproximadamente 4.000 agremiados. Una dirigente contó que en el sur y norte de Quito hay serios problemas por las "vacunas". Los comerciantes cierran sus negocios temprano por miedo.

Con base en los datos recopilados por esa agremiación, ella contó a Ecuavisa.com que, en algunas panaderías, se ha detectado que los delincuentes les piden entre 50 y 60 dólares semanales a las panaderías artesanales. "Los vacunadores entran a los negocios a intimidar y exigir dinero. Amenazan con tomar represalias con las familias. En otros lugares dejan papeles con amenazas".

A esto se suma que la materia es prima es muy cara en la actualidad y la gente no sale a comprar en la noche porque teme ser asaltada en la calle. Los vacunadores se movilizan en carros y motocicletas.

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También hay malestar entre quienes integran la Confederación Unitaria de Comerciantes Autónomos. En los registros de esa dependencia se registran los casos de vacunas a minoristas y gente que vende toda clase de productos en la calle.

Un directivo le dijo a Ecuavisa.com que los delincuentes atacan a la gente trabaja en espacios públicos como plazas y mercados. "Piden recursos económicos bajo el pretexto de que nos van a dar seguridad. Eso ha conllevado a que los minoristas nos organicemos".

Mónica Heller es presidenta de la Cámara de Comercio de Quito. Dice que los casos de vacunas están generando pánico colectivo, más en los comercios que no cuentan con recursos para generar medidas de control como contratación de guardianía privada o sistemas de seguridad. "Irán cerrando por miedo de lo que pueda pasar a sus familias".

Añadió que hay bajas sustanciales en el sector de los restaurantes, bares y discotecas. Las ventas se redujeron en un 40%. "La gente tiene miedo de salir por las noches por la inseguridad". Así se pierden plazas de trabajo e infraestructura productiva.

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