¡Indignante! En Ecuador un padre violó a su hija de 8 años en reiteradas ocasiones y esta es la condena que recibe

Un Tribunal de Garantías Penales en Ecuador declaró culpable a Marlon Patricio Y. J., por la violación sexual de su hija –de apenas 8 años de edad a la fecha de los hechos– y le impuso una sentencia de 22 años de cárcel.

Durante el jucio se demostró que las agresiones sexuales empezaron en agosto de 2008. El sentenciado aprovechó que se quedó a solas con su hija para cometer el delito y lo repitió en varias ocasiones. El crimen se cometió en Penipe, provincia de Chimborazo.

En 2011, la Fiscalía inició una investigación para verificar los datos de la denuncia presentada por una maestra de la niña, en la que indicaba que su alumna –después de preguntarle sobre su estado de ánimo y por los moretones en su cuerpo– sufría agresiones sexuales, físicas y psicológicas por parte de su padre.

Al conocer sobre la denuncia en su contra, el agresor huyó. Mientras que la menor agraviada, por orden judicial, permaneció ingresada en una casa hogar para precautelar su bienestar emocional y social.

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La Fiscalía dispuso de una serie de diligencias para dar con el paradero del abusador, hasta que a finales de 2021 fue ubicado y capturado por la Policía, con fines investigativos, para receptar su versión y completar la investigación previa.

Ahora, durante la audiencia de juicio, el fiscal del caso, Santiago Pazmiño –para comprobar la existencia de la infracción y la responsabilidad del procesado– pidió el testimonio anticipado de la víctima, en el que describe la situación en la que se cometió el delito en su contra por parte de su padre.

Esto fue corroborado con el informe de la pericia médico-legal y psicológica, el testimonio de la psicóloga de la casa hogar, entre otras pruebas.

Este caso se procesó según el artículo 171 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que sanciona el delito de violación con pena de 19 a 22 años de cárcel, pero la pena puede llegar hasta los 34 años, según los agravantes.

Sin embargo, por principio de favorabilidad, el procesado fue sentenciado según el Código Penal vigente a la fecha de los hechos, con base en el artículo 512, cuya pena privativa de libertad determinaba solo 16 años.

Además, se tomaron en cuenta los agravantes, como el hecho de que el violador era el encargado de proteger a su hija y no lo hizo; por lo que la pena llegó a los 22 años de prisión.