Guayaquil: las extorsiones aumentan alarmantemente en un 200%

En un preocupante escenario, la ciudad de Guayaquil ha experimentado un drástico aumento del 286% en los casos de extorsión, pasando de 1503 en 2022 a 5 786 en 2023. Explosiones, ataques armados y otras formas de intimidación son las tácticas utilizadas por las bandas delictivas involucradas en este delito.

El comandante Zonal Víctor Herrera de la Policía Nacional ha identificado la operación de estas bandas, revelando el uso de cuentas bancarias para recibir los depósitos relacionados con la extorsión. El comandante señaló la existencia de cuatro tipos de extorsiones, siendo la virtual una de las más denunciadas, seguida por el uso de explosivos que registra 285 casos.

Aunque el problema afecta a toda la ciudad, áreas como Distrito Modelo, Pascuales y Sur se han visto particularmente afectadas. En la última zona mencionada, 43 locales en seis cuadras de la avenida Abdón Calderón, en el Guasmo, cerraron debido a la escalada de la violencia asociada con la extorsión. 2023 cerró con 1 560 casos en Guayas.

La Policía, en colaboración con la Asociación de Bancos Privados, está intensificando la investigación de 386 cuentas bancarias vinculadas al delito de extorsión.

Ante esta situación, hacen un llamado urgente a la ciudadanía para que denuncie cualquier actividad sospechosa y contribuya activamente a combatir este delito, en el que los delincuentes adoptan nombres de bandas narcodelictivas y utilizan explosivos para amedrentar a sus víctimas.

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Según informe elaborado por el Índice Global del Crimen Organizado 2023 (GITOC), Ecuador es posicionado como el sexto país con mayor índice de extorsiones y cobros ilegales por protección. De hecho, describe que muchas personas que huyen del territorio nacional citan a "los vacunadores" o extorsionadores como una de las principales razones de su decisión de marcharse.

Señalan que este problema amenaza la habitabilidad de ciertos territorios en el país, y que los delincuentes se han vuelto cada vez más audaces y violentos: cierran carreteras principales para robar autobuses o cobrar peajes, asesinan a clientes y propietarios de negocios locales.

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Incluso amenazan con actos terroristas, como colocar explosivos en gasolineras, cuando los negocios se niegan a pagar las extorsiones, como se ha reportado en varios incidentes a lo largo del 2023.

Para el GITOC, el gobierno nacional y los cuerpos de seguridad han hecho poco para abordar este acuciante problema, pues los asesinatos relacionados con la extorsión se han convertido en algo habitual.