Asesinato Fernando Villavicencio: el cuerpo del candidato presidencial continúa en Medicina Legal

El cadáver del candidato presidencial Fernando Villavicencio, quien fue asesinado este miércoles 9 de agosto tras participar en un mitin político, permanece en la morgue de Medicina Legal, en el norte de Quito.

Los exteriores del lugar están custodiados por policías y la zona está cercada con vallas metálicas. Familiares y amigos de Villavicencio se retiraron del sitio a la media noche y hasta las 06:20 de este jueves se desconocía a qué hora iba a ser retirado el cuerpo y dónde será la ceremonia fúnebre.

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El cadáver del también exasambleísta llegó al Laboratorio de Criminalística alrededor de las 21:30 de este miércoles.

Por otra parte, la Fiscalía General del Estado (FGE) ha confirmado que existen seis detenidos por el asesinato del político. Ellos esperaban que se instale la audiencia de formulación de cargos en la Unidad de Flagrancia, en el norte de la capital.

Estas seis personas fueron aprehendidas en allanamientos en Conocoto y San Bartolo, también en la ciudad capital.

Además, hubo un sospechoso que habría participado en el tiroteo contra Villavicencio que fue detenido y trasladado a la Unidad de Flagrancia, pero ahí murió, según informó la FGE.

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El presidente de la República, Guillermo Lasso, decretó el estado de excepción a nivel nacional por 60 días tras el asesinato de Villavicencio.

En un mensaje a la nación tras una larga reunión del comité de seguridad del Estado, Lasso ratificó que las elecciones generales extraordinarias se celebrarán el próximo 20 de agosto, como estaba previsto, pero con un despliegue de militares en todo el territorio nacional como parte del estado de excepción.

"Ante la pérdida de un demócrata y de un luchador, las elecciones no se suspenden. Éstas se tienen que realizar, y la democracia se tiene que fortalecer. Esta es la mejor razón para ir a votar y defender la democracia, la vida y la integridad de la familia ecuatoriana y el futuro del país", dijo el mandatario.

Producto de la crisis de seguridad que atraviesa Ecuador por el auge de la delincuencia y la violencia del crimen organizado, el mandatario ya había decretado un estado de excepción desde finales de julio, también por 60 días, en las provincias de Manabí y de Los Ríos, así como en Durán, en la provincia del Guayas.