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El estudio académico de Arduino Tomasi señala que entre 2008 y 2018 la estadística oficial habría ocultado 7 379 muertes violentas
Además, fundamenta su teoría en datos oficiales del INEC que muestran que mientras los homicidios disminuían, las muertes no clasificadas crecían exponencialmente.
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Imagen referencial de la investigación de un crimen.( )
El investigador Arduino Tomasi analizó las cifras oficiales del INEC sobre muertas violentas, entre el 2008 y el 2018, y concluye que el llamado tiempo de paz fue una ficción.
"Detrás de los números de homicidios que había las cifras de muertes violentas sin clasificar, las muertes violentas de intensión no determinadas aumentaron, y aumentó a tal punto que llegó a superar a la cifra de homicidios del año 2014, eso no es normal".
Las muertes violentas se categorizan como sin clasificar cuando no existen datos que permitan determinar si se trató de un homicidio, de un accidente o de un suicidio. El análisis de Tomasi, concluye que después de la salida de la Base de Manta, los registros muestran un comportamiento irregular.
7 739 muertes fueron catalogadas como muertes violentas de intensión no determinadas.
“Lo primero que encontré fue que cuando las incautaciones de cocaína disminuyen estas cifras de muertes, violentas aumentan, y si las importaciones de cocaína suben, la tasa de muertes violentas de intensión no determinada caen; cuando suben las tasas de muertes violentas, todo sube, en las rutas de la cocaína, en los puertos, en la frontera con Colombia se concentran geográficamente”.
Tomasi tiene un doctorado en ciencias políticas de la Escuela de Ciencias Económicas y Políticas de Londres, y actualmente está cursando sus estudios de posdoctorado en Chicago, no solo las muertes no clasificadas le llaman la atención sino también otras variables.
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“Cuando sale la Base de Manta se disparan otros indicadores como la trata infantil”.
La trata de menores creció en un 69% y se ubicó por encima del promedio latinoamericano, la desaparición de personas también creció.
Desde el correísmo critican la metodología y al autor de la investigación, pero Tomasi dice que no tiene problema con eso, que si quieren pelear con alguien que lo hagan con los datos.
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