En Quito, los negocios refuerzan sus seguridades para enfrentar a la delincuencia

En medio de la incertidumbre por los últimos robos a los locales comerciales en la parroquia de Pifo, en el norte de Quito, han encontrado como alternativa reforzar sus seguridades.

Un morador de ese lugar, que se dedica a la cerrajería, dice que han aumentado los vecinos que le piden incorporar protecciones metálicas a sus locales. En el último mes, su trabajo aumentó, ahora atiende tres clientes al día.

"Estamos reforzando sistema de candados y sistemas internos", explica el cerrajero, quien también siente temor por la inseguridad.

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El sábado 15 de abril, asaltaron un local de celulares y se llevaron 15 mil dólares. El robo quedó grabado en cámaras de seguridad, se observa cómo un automóvil espera a los delincuentes en los exteriores. El hecho pasó mientras había varios transeúntes en la calle.

"El otro día le quitaron el teléfono a una prima", cuenta uno de los moradores de Pifo, ahí podrían contar esas historias casi todos. El pedido es el mismo: más seguridad.

En esa parroquia residen cerca de 23 mil habitantes y 12 policías se encargan de la seguridad. Por las calles nadie quiere hablar porque saben que el peligro está cerca.

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