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El segundo caso de un periodista ecuatoriano que sale del país por amenazas
La víctima informó sobre reiteradas amenazas de muerte, pero ninguna institución le dio relevancia al caso.
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Imagen referencial sobre el trabajo de los periodistas.( )
El portal digital de La Fundación Periodistas Sin Cadenas informó sobre un nuevo caso de exilio en Ecuador. Un periodista de nacionalidad ecuatoriana abandonó el país ante reiteradas amenazas en contra de su vida y frente a la falta de mecanismos estatales que garantizaran su seguridad dentro de territorio nacional.
La persona perjudicada puso en conocimiento de la Fiscalía General del Estado, del Consejo de Comunicación, del Ministerio del Interior y de la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia sobre las múltiples extorsiones de las que estaba siendo víctima desde hace ocho meses.
El 13 de abril del 2023, a las 09:37, la víctima (que no ha sido identificada) llamó a una abogada del Consejo de Comunicación para informar sobre la reciente amenazada de muerte que había recibido.
Esta persona tenía intenciones de realizar una denuncia telemática, pero se le indicó que no era posible, alegando que es un procedimiento que se debe realizar de manera presencial.
En la misma llamada, la jurista le recomendó ingresar al Sistema Nacional de Protección y Asistencia a Víctimas, Testigos y otros Participantes en el Proceso Pena de la Fiscalía, SPAVT, a lo que la víctima aceptó.
Posteriormente se le envió información sobre el programa, pero no pudo despejar todas sus dudas. "Esto evidencia la falta de protocolos estatales y la falta de interés de las autoridades por garantizar seguridad", dice la Fundación Periodistas Sin Cadenas.
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La persona afectada hizo una segunda llamada, esta vez a la Fiscalía, que le recomendó poner una denuncia presencial, pese a su historial de amenazas.
La denuncia quedó asentada como intimidación y no como amenaza de muerte, pese a la insistencia de la víctima.
Aunque había un riesgo inminente, una funcionaria de la institución envió al periodista a sacar una copia de su cédula y a comprar un sobre manila en un local ubicado afuera de esa dependencia porque, según ella, no tenía material.
Luego, se le comunicó que la denuncia iba a ser enviada hasta su localidad de origen, debido a que esa ciudad había sido el escenario de los hechos.
Este exilio se suma al caso de Karol Noroña, periodista del medio digital GK, quien también sufrió amenazas contra su vida.
Sobre este caso ninguna autoridad estatal se ha pronunciado hasta ahora.
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La Fundación Periodistas Sin Cadenas exige la implementación de verdaderos programas de capacitación para su personal de carácter permanente y acorde con los niveles de riesgo que la prensa enfrenta en Ecuador para garantizar su libre ejercicio: "No queremos más periodistas exiliados, obligados a decidir entre continuar haciendo periodismo o seguir con vida” .
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