Cinco cabecillas criminales ecuatorianos han intentado refugiarse en Colombia desde 2017

El asesinato de Benjamín Camacho, alias Ben 10, y su hermano Israel, alias Trompudo, cabecillas de los Chone Killers, no es el primero que ocurre en Colombia.

El 6 de mayo de 2023 ya hubo un antecedente donde otro cabecilla delincuencial de Los Choneros, Junior Roldán, fue encontrado muerto en la vereda El Mango en Antioquia.

Roldán era también el capo de Los Águilas. Roldán en Ecuador sufrió varios atentados por lo que se refugió en Colombia y nunca dejó de dar órdenes a su grupo delictivo. Murió en un enfrentamiento a bala y meses más tarde su cuerpo fue robado del cementerio de Envigado sin que hasta hoy se sepa donde está.

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También en Colombia peligrosos cabecillas han sido capturados. En abril de 2017, Edison Prado Álava alias Gerald fue capturado por la Policía colombiana acusado de haber enviado unas 250 toneladas de cocaína a Estados Unidos y de haber logrado una fortuna incuantificable. Gerald fue extraditado a Estados Unidos y paga una pena de 19 años.

En Pasto, Colombia, el 9 de febrero de 2023. La Policía colombiana capturó a Wilder Emilio Sánchez Farfán, alias El Gato Farfán, un narcotraficante ecuatoriano quien con documentos falsos transitaba por Colombia y trabajaba con el Cartel de Jalisco. Tras su detención también fue extraditado y es juzgado en Estados Unidos.

Según el coronel retirado Mario Pazmiño, más que refugiarse en esos paises, los cabecillas de los grupos delictivos ecuatorianos llevan años expandiendo sus acciones en Colombia, Perú y Chile, y se enfrentan, particularmente, con los cárteles colombianos.

"Lo que estamos viendo es que se está irradiando, es porque está creciendo las organizaciones delictivas nacionales y han comenzado a independizarse de los carteles internacionales que operan en el país".

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En Ecuador, los cabecillas no pueden ser capturados y los controles migratorios fallan por la existencia de 37 pasos fronterizos sin control. Que los cabecillas de organizaciones delictivas caigan en otro país no es coincidencia afirma el experto quien sostiene que las organizaciones criminales ecuatorianas ya no quieren el microtráfico, sino convertirse en grandes organizaciones internacionales del narcotráfico.