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Por 72 horas, guías penitenciarios, trabajadores administrativos y policías han estado secuestrados al interior de las cárceles. Las organizaciones delictivas los usan para enviar mensajes al Gobierno.
En cinco cárceles hay guías, funcionarios y policías secuestrados desde hace tres días, bajo amenazas de muerte los han obligado a leer demandas dirigidas al Gobierno.
Familiares de los rehenes aguardan en el exterior de los centros penitenciarios, solicitando pruebas de vida y una pronta resolución para su liberación.
Según el SNAI, en el último recuento, se encuentran 125 guías penitenciarios y 14 trabajadores administrativos retenidos en todo el país. La mayor concentración se registra en Cuenca, con 61 retenidos, de los cuales 49 son agentes y 12 trabajadores de cocina.
Este miércoles, 10 de enero, hubo un nuevo mensaje enviado desde la cárcel de Turi, en Cuenca. Los rehenes solicitaron un diálogo entre el Gobierno y los presos, condición que ellos ponen para que sean liberados.
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En el video se observa a los agentes frente a la cámara sin intimidación visible. Esto contrasta con los videos de días pasados en los cuales eran amenazados con cuchillos, machetes y pistolas.
En Esmeraldas, actualmente hay 10 guías y tres personas de la administración que continúan retenidos, incluido el director de la cárcel. Imágenes que circulan desde el martes 9 de enero muestran presuntas ejecuciones de guías, aunque el Gobierno aún no ha confirmado ni negado la información.
Esta es la quinta ocasión en dos años en la que los presos retienen a guías, ya sea para exigir la prohibición de la entrada de policías y militares a las cárceles o para evitar el traslado de cabecillas de bandas a otras instalaciones penitenciarias.
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