Este fin de semana un joven fue hallado muerto presuntamente víctima de escopolamina.
Los robos utilizando escopolamina reaparecen en Guayaquil. El fin de semana se reportaron más casos en los que las víctimas denuncian que perdieron sus pertenencias bajo el efecto de esta droga que anula la voluntad.
Desde que fue drogado con escopolamina, Mariano decidió que su seguridad es una prioridad y que las precauciones se deben tomar en todo momento.
Aunque los recuerdos no son tan claros, contó cómo se convirtió en una víctima más de estas bandas de asaltantes: “Se me llevaron todos los documentos, dinero, zapatos y todo eso, me dejaron botado y aparte lastimado, casi una semana me hizo efecto, estaba mariado, todavía sentía dolores de cabeza y todo eso”.
Durante este fin de semana se reportaron nuevos casos, no solo el de Mariano.
Una mujer denunció esta madrugada que le habían robado varios enseres de su casa ubicada en el sector del Cóndor, en el norte de Guayaquil. Ella relató ante el fiscal que durante una reunión en su vivienda perdió el conocimiento por varias horas y cuando despertó se dio cuenta del asalto.
Para el fiscal, William Aguilar, son casos que se repiten principalmente en la noche, durante los fines de semana. Generalmente utilizan a mujeres como enganche para cometer el delito.
“Le muestran un papel, un documento, una dirección y en ese momento, según dicen en sus denuncias, pierden el conociemiento y no saben realmente qué es lo que hacen”, dice Aguilar.
A la Policía le preocupa esta situación. El comandante del distrito 9 de Octubre, Rodrigo Ocaña, hace algunas recomendaciones de seguridad: “Primero no tenga contacto con gente que no conozcan, no permitir que ellos primero se acerquen y les entreguen algún objeto, es uno de los principales porque es el trasmisor que le da esta sustancia. Tengan ya una afinidad con aquellos que tengan taxi amigos o taxis de color legales”.
Según las denuncias presentadas en la Fiscalía, la mayoría de los casos se dan en bares y zonas donde hay centros de diversión nocturnos. Esos son los sitios elegidos por los delincuentes para acechar a posibles víctimas.
Cuando ocurren estos casos, la pena va de acuerdo a los delitos que se derivan, como homicidio, tentativa de asesinato o robo.
El fin de semana la Policía halló a un joven fallecido cerca del parque de la Kennedy, presuntamente víctima de escopolamina.
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