Las vitrinas llenas de colores, sabores y texturas de los dulces tradicionales atraen a los turistas durante las fiestas de Quito

La dulcería Don Manzano es un rincón que lleva 35 años endulzando la vida de los quiteños y turistas. Este negocio familiar ha pasado por tres generaciones de tradición, siendo una verdadera joya de la gastronomía local.

Diego Manzano, propietario de la dulcería, cuenta que fueron sus abuelos quienes comenzaron con el negocio, y asegura que su deseo es que siga pasando de generación en generación, conservando los tradicionales dulces.

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Entre las vitrinas repletas de colores y texturas, el dulce que más brilla es hecho a base de maní dulce cubierto con panela. No solo conquista por curioso nombre sino por su sabor. El artesano dice que ha conservado la receta, pero ahora cuenta con un "plus".

"Utilizamos esencias, saborizante. Tratamos de darle un toque diferente del resto de productos", comenta Manzano.

Los turistas que visitan el Centro Histórico quedan asombrados al descubrir que aún es posible disfrutar de estos sabores tradicionales.

Diego Manzano señala la importancia de que los turistas conozcan la historia de la capital, y resalta a los dulces como una parte importante de la identidad.

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Durante las fiestas de fundación de la capital, la dulcería Don Manzano invita a todos los quiteños a reconectarse con sus raíces a través del sabor. Las tradiciones no solo se heredan, también se cuidan y se comparten.