Quito: huérfanos del aluvión en La Comuna viven en medio de la necesidad y el abandono

Desde hace un año, Lorena Cortez y sus tres hijos han subsistido de lo que han vendido las herramientas de la carpintería de su esposo, Walter Ruiz, quien falleció en el aluvión de La Comuna del 31 de enero del 2022.

Antes de esa tragedia, él los mantenía de los trabajos que clientes le encargaban en su taller, pero la situación ahora cambió para ellos ya que hay momentos en los que no tienen para comer. Varias veces, durante el año pasado, ellos sobrevivieron de las donaciones de vecinos o familiares. "Incluso tengo una deuda de USD 10.000 que adquirimos con mi marido y no tengo con qué pagarla", contó Cortez.

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A esto se suman las secuelas emocionales y psicológicas, pues ella sueña con su esposo casi todos días y sus hijos lloran al recordarlo de forma permanente. Solo esperan que se cumplan los ofrecimientos del Municipio de acceder a los bonos de Quito Solidario.

Sus hijos son parte de los huérfanos, menores de edad, que dejó esa tragedia que hoy cumple un año. Su representante es la dirigente Graciela Mora, quien sigue de cerca cada uno de los casos. Otro es el de Wendy, de ocho años, cuyos padres se encontraban en la cancha de ecuavoley al momento del aluvión. “Nunca les voy a olvidar. Tenemos su tutela y todo está en regla. Es mi hija y no le gusta que llore porque murieron sus papitos. Solo le pido a Dios que me dé salud para guiarle”, narró Susana Contreras, abuela la niña, mientras lloraba en una entrevista con el noticiero de la comunidad de Televistazo.

Su casa se ubica junto a la quebrada El Tejado, en donde se originó la catástrofe. Al borde del abismo, ella aún conserva las flores que su hija y yerno, Mariela Cañaveral y Pedro Bayas, sembraron antes de morir. "Es lo único que me queda de ellos".

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Contreras se ha reunido con los parientes de otros chicos que perdieron a sus progenitores. Para hoy, a las 18:00, está prevista una reunión para analizar las medidas que van a tomar ante el abandono de las autoridades. Mora asegura que otros niños huérfanos del aluvión viven en condiciones precarias. Algunos se alimentan una sola vez al día. Han organizado hornados solidarios, pero eso apenas les alcanza para sobrevivir pocos días. En otras ocasiones comercializan alimentos como fritada o morocho para sacar fondos.

Viven de las ayudas que les han dado vecinos, pero eso no alcanza.

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Ante la emergencia suscitada el 31 de enero de 2022, el alcalde Santiago Guarderas activó de manera inmediata al Comité de Operaciones de Emergencia del Distrito Metropolitano de Quito, y dispuso a todas las dependencias municipales desplegar el personal profesional indispensable y destinar todos los recursos y herramientas disponibles para atender a las familias golpeadas por esta tragedia de origen natural.

Alrededor de $ 9 millones ha invertido hasta el mes de diciembre el Municipio de Quito para el Plan de Rehabilitación, Reactivación y Recuperación integral de los sectores La Gasca y La Comuna afectados por el aluvión.

Se entregaron kits de alimentos, línea blanca para el hogar. Se adecuaron vías, arreglo de parques y espacios públicos, mantenimiento de quebradas y otras obras de beneficio comunitario.

Se trabajó en conjunto y de manera coordinada, el Municipio capitalino, el gobierno nacional, las entidades provinciales, empresa privada, organismos internacionales.

160 familias afectadas y damnificadas, algunas de ellas perdieron a sus seres queridos, resultaron con heridas de gravedad y otras afectaciones a su salud; pérdida de negocios, vehículos y sufrieron otras graves consecuencias derivadas de este desastre natural.

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Desde la Secretaría de Inclusión Social se realizaron gestiones para que cuatro mujeres que quedaron viudas a consecuencia del aluvión en La Gasca puedan acceder a fuentes de empleo. Un profesional de salud se integró a trabajar en la Secretaría de Salud. Tres personas se incorporaron a laborar en empresas contratadas por el Municipio para limpieza de oficinas.

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La entidad añadió que Cortez sí recibió ayuda. Por ejemplo, ella obtuvo una fuente de empleo. "Trabaja en una empresa de limpieza. Además está participando para ser parte del proyecto medios de vida con apoyo de la Universidad Central".

Aclaró que nunca se les ha ofrecido una subvención económica del Municipio, pues las familias de La Gasca y La Comuna saben que eso es decisión del directorio del fondo Quito Solidario. Además, nueve chicos menores de edad entraron a colegios municipales en donde tienen transporte, uniformes y materiales educativos gratuitos. "Les hemos conseguido tres cupos en universidades. Actualmente el alcalde Guarderas ha solicitado a universidades públicas seis cupos adicionales para dar respuestas al pedido de las madres".

La Secretaría de Educación asignó cupos de educación básica para que estudiantes en situación de vulnerabilidad pueden continuar sus estudios en las unidades educativas municipales Sebastián de Benalcázar, Sucre y Quitumbe. Ellos tienen derechos también a uniformes, útiles escolares y transporte escolar.

Este fue un requerimiento planteado desde la Secretaría de Inclusión Social. Además, por gestión directa del alcalde Santiago Guarderas, se logró que la Universidad Central y La Escuela Politécnica Nacional, otorguen cupos para que estudiantes del sector de la Gasca que quedaron en situación de vulnerabilidad puedan continuar con sus estudios superiores.

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