06 sep 2024 , 06:17

Quito: la gente de Nayón, Pifo y Zámbiza se unió a los bomberos para apagar los incendios forestales

Con baldes y mangueras, los moradores de Nayón, Zámbiza y Pifo ayudaron al Cuerpo de Bomberos en las tareas de extinción del incendio

   

Las llamas se reactivaron en una ladera del barrio La Cocha en la parroquia de Pifo en el oriente del Distrito Metropolitano de Quito. En segundos, los incendios forestales consumían la vegetación, las aves salían desesperadas de la zona de calor.

Por eso, los vecinos se unieron a los efectivos del Cuerpo de Bomberos (CBQ) para apagar las llamas. También porque el incendio forestal amenazaba algunas viviendas de la zona y por ello los vecinos intervinieron para contrarrestar el fuego.

Transportaban agua desde canal de riego hasta uno de los bosques del sector. Desde el miércoles en la noche, vivieron momentos difíciles. Vivieron cómo que quemarin amplias extensiones de terreno. Un galpón de aves resultó afectado por el humo, todas las aves murireron.

300 uniformados del CBQ trabajan día y noche. Mientras controlaban un punto, otro se reactivó por la fuerza del viento que empujaba el humo en direccción a la capital.

El puesto de mando unificado fue instalado en el puente del Chiche y el coliseo de Puembo. A ese lugar empezó a llegar ayuda solidaria para el personal que trabaja en los incendios.

El aeropuerto de Quito, aunque esta ubicado a pocos kilómetros de la zona de incendios trabaja con normalidad, los directivos y autoridades monitoreaban la situación cada minuto y están atentos a cualquier eventualidad.

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Los daños en Zámbiza

Cuando se creía que el incendio en la parroquia de Nayón estaba controlado, el viento lo reactivó. Las llamas se tomaron todo el filo de la quebrada Tawishca, grandes lenguas de fuego quemaban la vegetación y se levantaban sobre la quebrada, amenazando incluso a la parte habitada. En el sector de Cusua, los vecinos trataban de humedecer la vegetación seca con baldes, tinas y mangueras. Su objetivo era evitar que el incendio llegue a sus propiedades,

Los vecinos se sumaron al trabajo de los bomberos para proteger sus propiedades y sus fuentes de ingreso. Había varios puntos encendidos, lo cual generaba prepcupación.

Trataban de apagar los focos de fuego con ramas, con lo que tenían a la mano. Estaban asustados porque el incendio avanzaba y consumía la vegetación. Amenazaba con llegar a las viviendas.

Los vecinos lamentaban sus pérdidas. En la propiedad de Vicente Narváez se consumieron 30 árboles frutales y se quemaron animales. En el borde de la quebrada, las pequeñas casas de madera se destruyeron. Quedaron en escombros con planchas de zinc retorcidas.

Un perro víctima de las llamas fue rescatado y atendido por bienestar animal. Los moradores piden apoyo para enfrentar este tipo de emergencias. Es la segunda vez que lo viven, aunque ahora no hubo tantas consecuencias.

En las parroquias el impacto ambiental es evidente. Hay enormes áreas acabadas, aún no cuantificadas, consumidas y fauna silvestre afectada.

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