Quito: expenal García Moreno es un foco de delincuencia en el sector de San Roque

Las instalaciones en donde funcionó el expenal García Moreno, ubicadas en el sector de San Roque del Centro Histórico de Quito, se han convertido en un foco de inseguridad y delincuencia, indicaron los moradores con precaución.

Dejó de funcionar como centro de rehabilitación social en el 2014 cuando las personas privadas de la libertad fueron llevadas a Latacunga. Los vecinos pidieron que esas instalaciones sean recuperadas lo más pronto posible para que indigentes no las ocupen.

Una vez que el expenal dejó de operar hace nueve años, desde entonces se han realizado proyectos para darle un buen uso al lugar. Sin embargo, ese predio se encuentra abandonado y ahora está encerrado por la maleza y custodiado por delincuentes que lo saquean.

Todos los días, agentes de la Policía Nacional desalojan a personas que duermen allí. En un recorrido realizado por el noticiero de la comunidad de Ecuavisa, un habitante de calle que portaba un arma blanca fue desalojado.

Al caminar por los pasillos y pabellones de ese lugar se evidencia el saqueo. No queda ni rastro de los baños, solo hay evidencia de las fogatas que realizan allí. “Tiene cerca de cuatro meses en abandono. Siempre retiramos a las personas que se encuentran aquí”, manifestó Julio Villavicencio, jefe policial del Distrito Manuela Sáenz.

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Los vecinos son testigos de cómo los delincuentes ingresan a ese predio. No hay controles, ni requisas. En las noches y madrugadas, varios sujetos usan unas mangueras como sogas para ingresar al expenal.

“Aquí no hay quien cuide, estamos desamparados”, manifestó la vecina María.

Lo que queda de este bien patrimonial está a cargo del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad. (SNAI). En esa entidad preguntamos sobre el abandono de las instalaciones y no hubo una respuesta.

Hay grupos sociales que buscan darle un buen uso a ese edificio. “Puede ser un espacio cultural y artístico. La comunidad del barrio también puede tener espacios de negocios y dinamismo”, expresó Andrea Rodríguez, presidenta de la fundación Tertulia y Misterio.

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