Los habitantes del barrio Equinoccial, en San Antonio de Pichincha, viven al filo de la quebrada
Tras años de pedidos y trámites, los vecinos dicen que siguen esperando una solución.
Una casa se derrumbó y terminó en el fondo de la quebrada hace dos años, pero el calvario para los vecinos, del barrio Equinoccial, en San Antonio de Pichincha, inició en el 2016, cuando la quebrada Oasis del río Monjas empezó a derrumbarse y sus predios entraron en emergencia.
Los taludes presentan desprendimientos constantes y pronunciados socavones que vuelven cada vez más inestables las bases de las viviendas como la de Maribel Guzmán. (VER VIDEO).
En su casa habitan nueve personas, entre niños, adultos y adultos mayores. Todos viven en zozobra y con nostalgia.
Elsa Rivadeneira recuerda que cuando adquirieron la propiedad, hace 40 años, la quebrada no era profunda y tenía un retiro de casi 20 metros.
En la misma calle, la propiedad de Rosana también ha perdido gran parte del retiro y está al filo de la quebrada, árboles se han caído y ya casi no tiene protección.
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Al final de la vía José Segovia parte del muro de una fábrica se cayó. Incluso el nombre de la calle Monjas está a punto de ir directo al río Monjas. El poste está inclinado y eso incluso ha provocado que otros dos postes terminen fisurados.
Tras años de pedidos y trámites, los vecinos dicen que siguen esperando una solución.
La erosión no para y el miedo crece, los habitantes demandan respuestas urgentes porque al llegar las lluvias la situación empeorará.
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