Golpes y peleas entre vecinos que luchan por acceder al agua potable de tanqueros, en Quito

La carencia de agua termina en disputas. Así ocurrió en Pisulí, al noroccidente del Distrito Metropolitano de Quito, cuando un tanquero llegó a abastecer al sector y vecinos de varios barrios, entre ellos La Paz, buscaban desesperadamente obtener el líquido para sus hogares.

"El pasado jueves que nos fuimos a traer a un tanquero, a una vecina de la tercera edad le dieron un puñete", dijo Kathy Vera. "Por solicitar que nos vengan a dejar agua nos dijeron malas palabras. Hubo empujones, golpes, sí fue un poquito de caos porque todos salían y necesitábamos abastecernos", expresó Tatiana Quimbiurco.

Por casi un mes, los vecinos de La Paz-Tiwintza dicen que no reciben agua en sus hogares de manera regular. Segundo Vásquez la trae de la parte baja de Pisulí de la casa de un familiar. Allá incluso lleva su ropa a lavar. "Así nos toca a algunos, otros vecinos sufren".

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La casa de Quimbiurco está llena de tanques, tinas y baldes, unos con agua otros ya vacíos, lo poco que logra conseguir debe utilizarlo medido para que cubra todas las necesidades, incluso debió suspender el uso de dos de los tres baños de la casa porque el líquido no alcanza.

Miguel Fonseca dice que su salud se ha empeorado por cargar los baldes hasta su hogar. Tiene una lesión en la espalda pero la necesidad lo obliga a hacer un esfuerzo mayor.

Incomodidades, carencias y hasta dolencias por la falta de servicio por el cual incluso dicen que deben pagar aunque no lo tengan y sumas elevadas. "Antes se pagaba USD 16 y ahora viene la factura de USD 70", contó Quimbiurco.

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