Una familia abandonó su casa en Pomasqui por la inminente caída al río Monjas

Puertas, ventanas, armarios y baños fueron desmontados de la vivienda. Xavier trata de rescatar todo lo que puede para abandonar, junto a su familia, la casa en la que habitaron desde hace 30 años, porque está en riesgo inminente de caer al río Monjas, tras el último desprendimiento del talud, en Santa Clara del Común, Pomasqui, norte de Quito.

"Se fueron más de 350 metros de un solo tajo. A las 2 de la mañana tuve que llamar a familiares y amigos para sacar mis bienes", cuenta Xavier Carrera, afectado por el deslizamiento.

Ahora están viviendo en casas de familiares y sus bienes encargados, pero para ellos todo es una incertidumbre, pues desde hace tres años alertaron que algo así podría ocurrir sin obtener respuesta. "Nos ofrecieron el enrocamiento en la parte baja del talud, pero solo quedó en palabras. De la noche a la mañana me toca abandonar el esfuerzo de toda mi vida", dice Carrera.

LEA: Un deslizamiento de tierra en Pomasqui genera preocupación entre sus habitantes

Un riesgo similar corren cinco casas más. Están en el mismo filo de quebrada y la erosión no para. Los socavones en los taludes dan cuenta del proceso progresivo. Los vecinos se apegan a una resolución legal en firme que dispone una intervención en los puntos declarados en emergencia a lo largo del río Monjas.

"Nosotros sí responsabilizamos al Municipio porque tenía que haber intervenido en su debido tiempo", dice un vecino.

"Las obras que se debían ejecutar para recuperar el curso del río Monjas hasta ahora no se han cumplido. En administraciones anteriores, al menos había un mantenimiento preventivo", relata otro morador.

LEA: Inseguridad en Quito: hombre fue víctima de secuestro exprés en Pomasqui

Al pie de las viviendas está una vía que empieza a presentar fisuras.

Además, advierten que el puente que está sobre el río Monjas y conecta Santa Clara del Común con el centro de Pomasqui, está en peligro porque señalan que las bases están cediendo con el resto del talud que de lado y lado se derrumba.

El agua del río golpea los taludes, que además se humedecen con las lluvias y se desmoronan con el viento.

Los habitantes temen un colapso que acabe con sus bienes y ponga en riesgo sus vidas.

LEA: 90 tumbas fueron robadas del cementerio de Pomasqui, norte de Quito