El sistema debía funcionar desde el 2019 transportando algo más de 400 mil pasajeros al día.
Quito gasta anualmente unos 300 millones de dólares en el Metro, que hasta la fecha no brinda el servicio y no recibe ingresos.
Entre el 2020 y 2022 el municipio destinó de su prepuesto 7.78,7 millones de dólares en el sostenimiento de la obra que no registra ingreso alguno hasta la fecha. Y para el 2023 están destinados otros 200 millones para el mismo fin.
Esta es la obra de infraestructura más grande en la historia de la capital y costó 2.009 millones de dólares, según el Municipio, aunque la veeduría que siguió la construcción determinó que son 2.300 millones.
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Además del gasto que se destina anualmente del presupuesto municipal, el retraso en el funcionamiento del Metro genera valores que el Municipio deja de recibir.
El sistema debía funcionar desde el 2019 transportando algo más de 400 mil pasajeros al día. Así generaría un ingreso de 200 mil dólares por jornada y 73 millones de dólares al año. Por tanto, en tres años que no ha funcionado, el sistema ha dejado de percibir al menos 219 millones de dólares en los tres años de retraso.
Fernando Sancho, de la veeduría del Metro de Quito dice que:
"Esto implica que hay un lucro cesante, además se constituye en un daño emergente a la ciudad; eso que implica menos obras, menos infraestructura, menos seguridad, menos parques, menos educación, menos salud y todo lo que le afecta al Municipio porque tiene que poner un dinero para poder solventar el funcionamiento del Metro".
Y no solo eso, la ciudad está obligada a pagar los créditos con los que se financió la obra y los gastos de su sostenimiento, incluido el contrato del Consorcio Operador Integrado por Metro Medellín y la Francesa Transdev, por 189 millones de dólares para los próximos seis años.
Para eso en los últimos tres años se han designado 690 millones de dólares del presupuesto municipal y en el 2023 están contemplados otros 200 millones.
Según el gerente del Metro, Efraín Bastidas, dice que el valor es conveniente para la ciudad:
"Hay varios créditos algunos a 15 años otros a 20 años; es una carga financiera que la ciudad si está capacitada para pagarla.
El contrato para la operadora firmado en noviembre contempla que el periodo de pruebas del sistema es de 6 meses, antes de que inicie la operación comercial.
Sin embargo, quienes siguen el proceso dudan que ese plazo también se cumplan, eso lo dice el veedor Fernando Sancho:
"Sin temor a equivocarme le diría que a marzo del próximo año es decir en 2024 funcionará el Metro, antes no".
Entre los pagos realizados y lo que se deja de recibir, le cuestan a la ciudad 997 millones por mantener esta obra que aún no entra en operación comercial.
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