El líder es una persona que se distingue del resto y es capaz de tomar decisiones acertada
En el mundo de la narrativa cinematográfica existe un término que se conoce como 'punto de giro', que es “un abrupto cambio de rumbo en la trama, marcado por un hecho inesperado, cuyo objetivo esencial es intensificar el interés del público en la historia”.
El punto de giro que estamos evidenciando hoy y en los últimos días y del cual somos todos protagonistas me lleva a varios pensamientos y a múltiples preguntas, pero hoy quiero destacar una:
Mi pregunta hoy es ¿Qué es ser un líder?
Los líderes están en todos lados. No todos los seres humanos tienen la habilidad de ser líderes, pero en todos los ámbitos siempre hay quienes se destacan por su liderazgo. En la casa, en el trabajo, en el grupo de estudio, en los cargos públicos y privados, como mandatarios o como jefes de cualquier área empresarial. Los líderes están en todos los ámbitos.
Y el término liderazgo, ¿qué trae? El término liderazgo define a una influencia que se ejerce sobre las personas, que permite incentivarlas para que trabajen de forma entusiasta por un objetivo común. Prestemos atención a esos términos, porque destacamos 'influencia', 'incentivar', 'entusiasta', 'objetivo común'. Por lo general, son personas que mediante la palabra influyen en las conductas, pensamientos y sentimientos de otras personas.
El líder es una persona que se distingue del resto y es capaz de tomar decisiones acertadas para el grupo, inspirando a quienes lo siguen para alcanzar una meta común.
Hay muchos tipos de líderes. He estado revisando y, para poder entender el concepto, dentro de todas las clasificaciones encuentro dos que son muy interesantes.
Por un lado, están los líderes resonantes. ¿Cuáles son esos líderes resonantes? son aquellos que estimulan, motivan y son emocionalmente inteligentes, que generan empatía con las emociones y las expresan para el grupo que lideran, reforzando que las personas se sientan respetadas y comprendidas.
Papa Francisco, líder de la iglesia católica
Por otro lado, están los líderes disonantes. El término disonancia se refiere a un sonido discordante. Ese sonido que, hasta desde una perspectiva musical o humana, aquello que es disonante carece de armonía. Siendo así, el líder disonante crea grupos emocionalmente discordantes, que también carecen de armonía, en los que las personas tienen la continua sensación de hallarse desconectados de los demás.
Citando unas declaraciones de Daniel Goleman, de su libro “El líder resonante crea más“, él dice lo siguiente: “Al igual que la risa constituye uno de los termómetros más fieles del grado de resonancia, el enfado, el miedo, la apatía y la hosquedad son signos que apuntan claramente en la dirección contraria”.
Entonces me pregunto yo ¿cuál es la relación entre el líder y la inteligencia emocional?
Y encuentro mucha relación. Los líderes emocionalmente inteligentes alientan un grado de bienestar que lleva a compartir ideas, aprender los unos de los otros, asumir decisiones grupales, en suma, los líderes emocionalmente inteligentes permiten que las cosas funcionen.
Nelsón Mandela, fue un abogado, activista
contra el apartheid, político, filántropo
y presidente de Sudrafrica.
Y aquí viene otra pregunta, ¿Qué sucede cuando el líder no sabe generar empatía o interpretar adecuadamente las emociones ajenas? Pues aquí viene la respuesta: genera disonancia, el término que hace un momento acabo de explicar. Se aleja de la armonía y transmite innecesariamente mensajes, en los que la atención del grupo se desvía de su misión y se centra en el malestar colectivo.
Y entonces, me llega una tercera pregunta, ¿qué podría tener un líder, para ser más eficaz en alcanzar su objetivo?
Y esto está muy interesante. En primer lugar, el líder debe tener conciencia emocional y valoración de si mismo, autocontrol, transparencia, adaptabilidad. Estos líderes se adaptan a los cambios y no tienen problemas en cambiar de opinión cuando lo exigen las nuevas realidades.
Ángela Merkel es una física y política alemana.
Es canciller de Alemina desde 2005. Foto: AFP
Los líderes deben tener empatía, pues así se conectan con un amplio abanico de señales emocionales y pueden estar al servicio. Porque, ojo, el líder no solo está para dirigir, está también para servir.
Un líder, además, debe saber inspirar, debe ser influyente, debe catalizar el cambio. El líder debe saber gestionar los conflictos para sacar partido de todas las situaciones, comprender los diferentes puntos de vista y canalizar la energía en la dirección del cumplimiento de esos objetivos que con tanto se ha planteado. Para eso es líder, se ha esforzado para llegar a esos objetivos.
Pero sobre todo, un líder debe tener iniciativa y debe ser optimista. Debe ser optimista para afrontar las circunstancias adversas, y considerarlas más como una oportunidad de mejora que como una amenaza o como un contratiempo.
Con estos conceptos termino mi cuestionamiento sobre el liderazgo, para que cada uno piense al respecto, desde la posición en la que se encuentre, sobre estar ejerciendo un liderazgo proactivo, motivador y conciliador. Así mismo, les comparto esta reflexión:
“Cuando alguien evoluciona, también evoluciona todo a su alrededor. Cuando tratamos de ser mejores de lo que somos, todo a nuestro alrededor también se vuelve mejor”. Paulo Coelho.
Clara M. Reyes
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