Lo dijo este martes durante su conversatorio con los medios de comunicación en Guayaquil.
El presidente Rafael Correa anunció este martes que emprenderá una reestructuración de su movimiento Alianza PAIS (AP), así como de su gabinete de ministros, tras evaluar los reveses electorales del oficialismo en los comicios seccioneles del pasado domingo.
El mandatario, en un diálogo con periodistas en Guayaquil, ratificó su pesar por la derrota en las cinco ciudades más pobladas, sobre todo Quito, aunque aseguró que AP, a la luz de los resultados preliminares globales, sigue como "la primera fuerza política" del país.
"Por supuesto que habrá una reestructura en AP y estas elecciones mostraron muchas vulnerabilidades" en el movimiento oficialista, dijo Correa, al contestar una pregunta sobre eventuales cambios en las directivas provinciales de su grupo político.
Asimismo, explicó que antes del día de las votaciones conversó con colaboradores suyos para promover cambios en el gabinete, aunque no detalló en qué áreas ni cuáles nombres baraja para la integración de ese equipo de autoridades.
Precisó que este miércoles mantendrá una reunión con sus ministros a los que pedirá que renuncien a sus cargos para dar facilidad a los cambios en el gabinete.
"Lo habíamos planificado antes del 23 de febrero", el día de las votaciones, añadió el mandatario, aunque remarcó que el problema político no está en el Gobierno sino en AP.
"El problema no es el Gobierno, es Alianza PAIS", reiteró Correa que, no obstante, insistió en que "sí se necesita una oxigenación" en el gabinete.
Rechazó que los resultados en las votaciones del domingo sean "un fracaso electoral" del oficialismo, aunque admitió que "tampoco es una victoria" como la que hubiera deseado.
Para él, su formación interpretó de forma errónea el supuesto endoso de la popularidad del presidente Correa a los candidatos de AP y apostilló que su Gobierno goza de un amplio apoyo en el ámbito nacional, aunque lo local "tiene una lógica diferente".
Remarcó que el oficialismo, junto a sus aliados, han obtenido la mayoría de las 221 alcaldías en disputa, así como en las 23 provincias en las que se eligieron prefectos.
"Seguimos siendo la primera fuerza política del país", aunque la derrota de Quito duele por ser una ciudad "básica por la gobernabilidad" y su influencia en el país, agregó el mandatario.
Fue "algo muy doloroso la perdida de Quito a manos de la derecha", pero "en buena hora que nos han dado este sacudón" porque "nos estamos anquilosando" en la organización política, aseguró.
"Hubiéramos tenido mejores resultados de nos ser por el sectarismo" en AP, dijo Correa que aspira a que en el global de la votación se confirme una "nueva victoria de alianza país y de la revolución ciudadana", como llama a su proyecto de Gobierno.
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