Terrorismo en Ecuador: estas son las razones por las que el Estado le declaró la guerra al crimen organizado

En Políticamente Correcto, los panelistas Paco Moncayo, Saudia Levoyer y Pedro José Freile analizaron la situación de inseguridad en Ecuador y la posición de las Fuerzas Armadas en la guerra contra el terrorismo.

El gobierno de Guillermo Lasso reforzó su lucha contra la inseguridad con dos movimientos: declarar la guerra al terrorismo y posesionar a dos generales en servicio pasivo con trayectoria que suponen un blindaje político, así como una promesa hacia la seguridad.

Paco Moncayo, nuevo consejero presidencial, puso a un lado sus desacuerdos con el Primer Mandatario para luchar, junto a Wagner Bravo, en la así llamada cruzada por la seguridad del Ecuador.

¿Por qué Ecuador declara al terrorismo como una amenaza para el Estado?

El también exalcalde de Quito expuso varias razones por las que el Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe) decidió comenzar una nueva guerra contra los grupos de crimen organizado, ahora llamados terroristas.

En el programa Políticamente Correcto, transmitido por Ecuavisa, Paco Moncayo aseguró que gran parte de los líderes de las bandas criminales que operan en el país provienen del extranjero, siendo México el principal país que regó a “las nuevas generaciones” en territorio ecuatoriano.

“Ahora, Ecuador sufre una guerra interna entre bandas extranjeras que luchan por tomarse varios territorios”, dijo el exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.

Saudia Levoyer, catedrática de la Universidad Andina, declaró en el debate que está de acuerdo con la decisión de declarar la guerra al terrorismo, “porque no son solo unos grupos, es un tema mucho más amplio y generalizado que el Estado debe decirnos cómo lo va a solucionar”.

El excandidato a la Alcaldía de Quito, Pedro José Freile, opina que las Fuerzas Armadas serán un apoyo para apaciguar la crisis de inseguridad. Sin embargo, asegura que el Estado debe trabajar también en planes de comunicación, legalidad y aspectos judiciales.

Paco Moncayo dice que la salida estratégica comienza por una depuración de todo el sistema estatal, donde los malos jueces, policías, fiscales y políticos sean separados de su cargo permanentemente por traición a la patria.

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Saudia Levoyer aclara que no es solamente un problema de militares, jueces y reformas constitucionales. La educación, salud y bienestar social son aspectos fundamentales que la catedrática exige al Gobierno poner en marcha de la mano con los planes de seguridad configurados en las reuniones del Cosepe.

Los ecuatorianos están a la expectativa de los resultados que dejará la nueva guerra contra el terrorismo desde el Gobierno y sus carteras de Estado. Para varios analistas, la presencia del ejército en las calles supone militarizar al país.

Paco Moncayo alega que las Fuerzas Armadas actuarán en respeto a la Constitución del Ecuador. Además, enfatiza que la guerra será solamente contra los actos considerados como terroristas, no contra las bandas criminales.

Freile observa un futuro prometedor en la estrategia de seguridad del Gobierno. “Los ecuatorianos aceptarán cualquier propuesta que el Estado les dé, están desesperados y quieren seguridad” dice, pero le preocupa que el Cosepe no comunique al Ecuador un plan certero sobre cómo se llevará a cabo la intervención militar.

Esto podría ser una guerra que, dice Levoyer, puede desangrar al país como sucedió en Chile, Colombia, México o El Salvador.

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