¿Cuáles son las principales características de la fiscal Diana Salazar?
La mujer que busca destruir el corrupto aparataje que permeó a la justicia del país.
Diana Salazar es la mujer que arrincona a los corruptos, a las mafias narcoterroristas y a los políticos que se encuentran a su servicio tiene apenas 42 años y tantas amenazas sobre su vida que el dispositivo de seguridad que la acompaña permanentemente encuentra equivalencia en el del Presidente de la República y a veces luce incluso más numeroso.
Su trabajo de plantarle cara a la delincuencia organizada, a la común y a la de cuello blanco, le acredita públicas enemistades con lo más graneado del sector político de un país donde la política, en más de una ocasión, no reconoce la diferencia entre servir a la ciudadanía y servirse de los dineros públicos.
Quienes son cercanos a la Fiscal dicen que es ordenada, metódica, en su trabajo, una investigadora por formación y por vocación que se involucra en los detalles de los análisis que sustentan sus casos, cree en el trabajo en equipo y se ocupa de los procesos, pero también de las personas que le dan soporte, consumando una relación de equipo integral.
Entre sus características está el de ser exigente y como no deja cabo suelto, y como está al hilo en los detalles, conmina a sus equipos a trabajar en ese mismo sentido.
Sus jornadas arrancan a las cinco de la mañana, revisando los chats en los que los fiscales provinciales le informan de las acciones más relevantes que se están desarrollando, y si hay operativos está pendiente de los pormenores.
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Es una mujer disciplinada que se ejercita diariamente por una hora, su vida está llena de hábitos que cumple irrestrictamente, por ejemplo, se ocupa y cuida su alimentación, ya que generalmente el trabajo la obliga a comer en su oficina, asimismo procura iniciar su descanso a las 10 de la noche.
Y siempre está conectada, disponible para las obligaciones que implican su cargo, cuando sale al extranjero no delega nada, todo pasa por sus manos.
Diana Salazar es una mujer de fe, muy creyente, muy practicante, y lleva un chaleco antibalas cada vez que debe movilizarse o cuando cumple con una aparición pública.
Antes de presentarse a una audiencia se encierra con sus equipos para revisarlo todo. Ellos le reconocen una enorme memoria y un convencimiento, ella sabe que debe cumplir una función, un deber con la sociedad y trata de estar a la altura de ese rol.
Es a partir de ese ejemplo que su equipo se hace, Diana Salazar no se esconde, va al frente, el resto la sigue, seguros de que ella no se va a echar para atrás.
Es una mujer reservada, que comunica lo indispensable y cuando está agotada su humor cambia, quizás por eso, a la audiencia del Caso Purga, que sabía iba a ser extensa, que duró más de 10 horas, la Fiscal decidió concurrir y estrenar una blusa con Snoopy, el personaje de las tiras cómicas, que había adquirido días atrás.
Y exhibirla mientras detallaba el entramado de corrupción en la Corte Provincial de Guayas y pedía prisión preventiva para los detenidos en los operativos de la última madrugada.
Y exhibirla, como siguiendo un manual, el arte de la doma clásica a poderes que se creyeron impunes desde siempre y hasta siempre.
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