Cinco claves para entender las votaciones de la Asamblea, en la posesión de autoridades

La primera sesión de la Asamblea Nacional duró más de cinco horas y se desarrolló con relativa calma. El resultado fue la designación de seis miembros del Consejo de Administración Legislativa (CAL), quedando vacante la tercera vocalía, que le corresponde a la bancada de Construye.

Tal como estaba previsto, el pacto entre el Partido Social Cristiano, el oficialismo (ADN) y la Revolución Ciudadana (RC) se hizo notar. Sin embargo, en algunas votaciones, también se unieron asambleístas independientes, de Construye y Gente Buena. ¿Cómo interpretar las votaciones?

Los acuerdos apuntaban a que el socialcristianismo había conseguido la presidencia de la Asamblea Nacional, desde hace varios días, por lo que no sorprendió que Henry Kronfle sea designado presidente del Legislativo. Lo que sí provocó asombro fue la cantidad de parlamentarios que votaron a favor de su designación.

128 asambleístas le dieron el respaldo para que dirija el periodo 2023-2025. Eso significa que no solo se debe al correísmo y el oficialismo, sino también a Construye, Gente Buena, Suma, Avanza y demás organizaciones políticas que le apoyaron.

​​​​​​​Solo nueve legisladores se abstuvieron: las cinco representantes de Pachakutik; un asambleísta de Claro que se puede, dos de Gente Buena; y Lucía Posso de Avanza, quien había mostrado su interés por integrar el Consejo de Administración Legislativa.

Kronfle se comprometió a institucionalizar el primer poder del Estado, dar gobernabilidad y garantizar las leyes que permitan el acceso a servicios básicos y la lucha contra la inseguridad.

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Eckenner Recaldo nuevamente ocupa una curul en la asamblea de 2023-2025, luego de ser cesado, por la muerte cruzada, en el periodo anterior.

En esa ocasión llegó respaldado por la Izquierda Democrática (ID), pero su permanencia en el bloque no duró mucho tiempo. Se separó cuando salieron a la luz denuncias, en su contra, de supuestos cobros indebidos a sus asesores.

Ya a punto de ser destituido, luego de un proceso disciplinario, Recalde se salvó gracias a los votos del correísmo y parte de Pachakutik.

Ahora, resultó electo en la lista de ADN, pero no solo eso, la bancada le mocionó para ser Segundo Vicepresidente y con 131 votos, lo consiguió.

Sin embargo, el resto del periodo que estuvo en la Asamblea cesada fue funcional para el correísmo, actuando en concordancia con sus propuestas.

Por ello, ahora tiene el gran reto de efectuar su representatividad a favor del oficialismo y no de la RC.

La asambleísta Viviana Veloz fue uno de los rostros más visibles del correísmo en la Asamblea cesada, porque impulsó el juicio político contra el presidente Guillermo Lasso.

De hecho, esa fue la razón que sostuvo su compañera, Pamela Aguirre, para mocionar su nombre como Primera Vicepresidenta en el nuevo periodo.

El apoyo que obtuvo fue más que suficiente para ser designada en el cargo. Solo necesitaba 70 votos a favor y consiguió 99. Sin embargo, de todas las autoridades designadas, esa fue la votación que tuvo más rechazos: 24 en contra y 14 abstenciones.

Las consignas negativas vinieron de Construye, Gente Buena y Avanza.

Veloz es también la jefa de bancada y quien dio la orden que se vote en contra de la moción presentada por Construye para ocupar la tercera vocalía del CAL.

Algo que quedó en absoluta evidencia fue que a Construye le resultará muy complejo concretar sus proyectos en la Asamblea Nacional, porque no alcanzan ni a la mayoría absoluta. No pudieron conseguir los 70 votos para que la legisladora Amy Gende sea integrante del CAL en la tercera vocalía. Les faltaron dos.

Los negativos fueron los 51 de la Revolución Ciudadana. Y las abstenciones vinieron de Gente Buena, el Partido Sociedad Patriótica y Pachakutik. Ese resultado se da a pesar de que la bancada cedió en su deseo de que sea Ana Galarza, la mocionada, conscientes de que así no conseguirían respaldos.

Tienen este sábado y la mañana del domingo para cabildear los dos votos que les faltan.

A todo lo anterior, se suma que el asambleísta más votado de esa lista no puede asumir funciones por un impedimento derivado del juicio político en su contra.

Días antes de que se instale la sesión de la nueva Asamblea, se hablaba de una bancada integrada por miembros de organizaciones políticas locales, con pocos representantes o asambleístas desvinculados de otros movimientos o partidos. Incluso se habían bautizado bajo el nombre de Bancada Ética Política.

Sus voceros eran Lucio Gutiérrez, Adriana García y Lucía Posso, pero a horas de la posesión, los acuerdos se diluyeron por completo. Gutiérrez decía que hubo reparto de cargos públicos y Posso no se atrevía a decir cuántos asambleístas integraban la bancada porque se iban separando cada hora.

Lo cierto es que en la designación de autoridades se nombraron únicamente cuatro bancadas y en todas las votaciones actuaron por separado.

Son en total 24 votos que quedan en el aire y que serán determinantes en varios proyectos legislativos.