Inicia en la Asamblea el trámite del proyecto para permitir que los militares salgan a las calles

La propuesta del Ejecutivo sobre una reforma a la Constitución que modifique el trabajo de los militares en las calles genera distintas opiniones entre quienes estudian el fenómeno de la inseguridad en el país.

Sin embargo, en la Asamblea Nacional, sorprendentemente, UNES y Pachakutik han expresado su apoyo al proyecto.

Este miércoles 7 de diciembre, el presidente de la República, Guillermo Lasso, acudió al Parlamento para entregar el proyecto que busca reformar el artículo 158 de la Constitución.

Esa sección señala: "Las Fuerzas Armadas tienen como misión fundamental la defensa de la soberanía y la integridad territorial", pero el Ejecutivo también intenta incluir el siguiente texto:

El documento debe ser analizado por la Unidad Técnica Legislativa, que deberá emitir un informe al Consejo de Administración Legislativa (CAL).

Si el CAL da su visto bueno, el texto debe ser tratado en dos debates, con una diferencia de 90 días. Para que sea aprobado deberá tener el apoyo de al menos 70 de los 137 asambleístas.

Si el Parlamento lo aprueba, el texto debe ser ratificado por los ecuatorianos en una votación. Solo así entraría en vigencia.

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Actualmente el jefe de Estado puede disponer que los militares salgan a las calles solo mediante estados de excepción o cuando se delimitan zonas especiales de seguridad.

Lasso reconoció esta semana que Ecuador no puede vivir "en constantes estados de excepción". Y ya que su Gobierno no ha podido contener la ola de crímenes y violencia que azotan a los ciudadanos, considera que sacar a los militares a las calles contribuiría en la reducción de delitos.

Para algunos sectores, la propuesta no es desatinada.

Los asambleístas de UNES y Pachakutik expresaron abiertamente este jueves que apoyarán la iniciativa.

"Vamos a dar todo el apoyo respectivo para que este Ecuador tenga la seguridad que necesita. Por supuesto que daremos el voto", dijo hoy el legislador Rafael Lucero (PK).

De su lado, el bloque de la Izquierda Democrática se mostró más cauto. Los parlamentarios de esta organización han indicado que analizarán técnicamente la propuesta de reforma.

Por otra parte, exfuncionarios que han estado vinculados al área de la seguridad también exponen argumentos a favor y en contra de permitir a los militares que salgan a las calles.

Lino Proaño, quien se encargó de la estrategia de la Policía Nacional y también del orden ciudadano como director de la Policía Metropolitana de Quito, cree inevitable que las Fuerzas Armadas asuman un nuevo rol de seguridad interna, pero siempre aclarando sus roles específicos.

En cambio, el periodista Arturo Torres, experto en el área de seguridad e investigación, cree que tener a los militares en las calles para seguridad interna puede tener más riesgos que ventajas debido a su formación específica.

"Seguimos siendo muy reactivos y no hay trabajos de prevención", acotó el comunicador.

Desde la visión militar hay quienes apoyan el proyecto. Wagner Bravo fue jefe de Estado Mayor del Ejército y cree que el aporte de los militares puede ser vital para recuperar la seguridad, pero para ello concuerda en que los roles de los uniformados tienen que ser claros. Una prioridad será fortalecer los sistemas de inteligencia.

Lasso intentó incluir en la consulta popular una interrogante sobre la modificación del rol de los militares en las calles, pero la Corte Constitucional rechazó el planteamiento y señaló que un cambio de este tipo debe pasar por la Asamblea.