María Fernanda Espinosa es criticada por sus continuas ausencias sobre temas coyunturales.
La canciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, está en la mira de la Asamblea Nacional. El bloque de la Unidad por el Cambio presentó este 17 de mayo de 2018 el pedido de enjuiciamiento político a la funcionaria, por un presunto incumplimiento de funciones.
La gestión frente al tema Julian Assange, el accionar en temas de la frontera con Colombia y su postura ante la comunidad internacional sobre Venezuela, Nicargua, entre otras, son las razones expuestas por los asambleístas que proponen el juicio, al que ya se han sumado varias bancadas legislativas, en medio de críticas por la ausencia de la canciller, citada el 16 de mayo de 2018 a informar sobre su accionar en el tema de frontera norte. No acudió porque cumple agenda en Rusia. Pero ¿Quién es María Fernanda Espinosa?
Según consta en su hoja de vida, tiene más de 20 años de experiencia internacional en temas multilaterales, de integración, seguridad y defensa, derechos humanos, derechos de los pueblos y nacionalidades indígenas, cultura y patrimonio. Pero su trayectoria política ocupa la mitad de ese tiempo, marcada por el correísmo. El primer cargo de Espinosa dentro del gobierno de Rafael Correa fue como titular del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración en 2007. Luego se desempeñó como embajadora de Ecuador ante la Organización de Naciones Unidas, en 2008.
Al año siguiente, en 2009, pasó a dirigir el Ministerio Coordinador de Patrimonio, creado durante la administración de Correa, para elaborar las políticas y las acciones que, en el área de capital intangible, adopten las instituciones adscritas: ministerios de Cultura; de Deporte; de Ambiente; de Turismo; de Educación y de Salud.
Luego de paso por esa entidad, tomó las riendas de uno de los ministerios más delicados del Régimen: Defensa Nacional desde diciembre de 2012 hasta septiembre de 2014. Fue la tercera mujer en dirigir esa secretaría de Estado, después de Guadalupe Larriva (+) y Lorena Escudero. Su última actividad allí fue una visita a la China por cuatro días, en donde buscó el apoyo de ese Gobierno en materia de defensa.
En octubre de 2014, fue nombrada Representante Permanente de Ecuador ante la ONU en Ginebra. Durante esas funciones, defendió el caso de Julian Assange, en un debate sobre la detención arbitraria, en septiembre de 2016.
En abril de 2017, Espinosa dejó representación en Ginebra para sumarse al equipo de Lenín Moreno como ministra de Relaciones Exteriores (canciller). Incluso su nombre fue incluido, en enero de 2018, junto con el de María Alejandra Vicuña y Rosana Alvarado, en la terna enviada por el primer mandatario para ocupar la vicepresidencia de la República, tras la salida por ausencia definitiva de Jorge Glas.
A mediados de enero, hizo uno de los anuncios menos esperados por los ecuatorianos. La canciller dijo que el Gobierno concedió en diciembre de 2017, la nacionalidad al creador de WikiLeaks, el australiano Julian Assange, asilado en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012. "El caso debe manejarse con cautela, prudencia y apegado a la normativa legal".
En febrero de 2018, Ecuador presentó la candidatura de Espinosa a la Asamblea General de la ONU, cuyo periodo de sesiones comenzará en septiembre. El 5 de junio se definirá al país ganador en elecciones.
Esta postulación ha generado conflictos entre Honduras y Ecuador, ambos habrían llegado a un preacuedo para permitir su postulación este 2018, compromiso adquirido durante el periodo de Ricardo Patiño como canciller, a cambio del respaldo del país centroamericano a Patricio Pazmiño, expresidente de la Corte Constitucional, como candidato ecuatoriano para juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, electo en 2016.
El tema de su candidatura al organismo internacional surgió a la par de los primeros ataques en la frontera con Colombia, registrados a fines de enero y que al momento ha dejado siete fallecidos: cuatro militares y tres periodistas de diario El Comercio. Incluso se indicó que espera ganar la designación para renunciar al ministerio de Relaciones Exteriores.
De allí que su gestión como canciller ha sido duramente cuestionada, por falta de pronunciamientos, por sus viajes internacionales constantes, y por su postura “tibia” ante problemáticas internacionales como la de Venezuela y Nicaragua.
Sobre Venezuela dijo en su momento que “Ecuador no da clases de democracia a terceros... La Constitución habla claramente de la no injerencia en los asuntos internos de otros estados. No injerencia no es indiferencia”.
En cuanto a Nicaragua, se la recuerda por su participación en el 2017, en el aniversario 38 de la revolución popular sandinista en Nicaragua. En su intervención aquel entonces dijo que la revolución sandinista inspiró en “tiempos de resistencia popular” y que gracias al “triunfo de patriotas (sandinistas)”, se rompieron décadas de represión.
La más reciente observación fue de la asambleísta Cristina Reyes, quien el 10 de mayo solicitó a la Contraloría realizar una “auditoría urgente” a los recursos utilizados en sus desplazamientos internacionales, a propósito de promocionar su candidatura a la ONU. La petición de la legisladora será tramitada por el organismo de control, que confirmó la realización del examen especial.
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