Ecuador sin dinero, infraestructura ni confianza extranjera para enfrentar la doble crisis energética

Dos serios problemas afectan ya a Ecuador: la caída sostenida de su producción petrolera y la posibilidad de nuevos apagones. Para afrontar ambas urgencias, abordar el estiaje e impedir un futuro colapso en la matriz energética, el país necesita inversiones por $22.500 millones de dólares en los próximos años.

Analistas sostienen que al Estado tendrá que recurrir a más préstamos. Sin embargo, explican que las posibilidades de conseguirlo son cada vez más difíciles.

Durante el programa POLÍTICAMENTE CORRECTO del 8 de septiembre, Paulina Garzón, economista e integrante de la Junta de Política y Regulación Monetaria, aseguró que el país, por sí solo, no tiene el dinero suficiente para enfrentar la crisis energética.

Garzón explicó que el 83% del Presupuesto General del Estado es inamovible, ya que contempla sectores estratégicos como salud, educación, defensa, entre otros. En ese sentido, la sostiene que, por ahora, la única vía para Ecuador es conseguir más financiamiento de los multilaterales.

"Lo único que le queda a Ecuador es recurrir a los multilaterales en el corto plazo... La urgencia para después será reformular las leyes económicas y fomentar la participación del sector privado y la inversión", señaló la analista.

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Stephan Küffner, experto energético y corresponsal de Bloomberg, apoyó la idea de que Ecuador acuda nuevamente a los organismos multilaterales. Según él, otra opción para obtener más recursos sería fomentar la inversión petrolera. No obstante, explica que Ecuador enfrenta un escenario complicado para atraer inversionistas, pues la reputación del país ha caído en los últimos años.

"Las malas decisiones, como el cierre del Bloque ITT, han quebrado por completo la imagen de Ecuador. Será muy difícil que el país sea atractivo como destino para nueva inversión en temas petroleros", aseguró Küffner.

Por otro lado, José Alvear, empresario y consultor en temas energéticos, sostiene que una alternativa emergente que podría cubrir una cuarta parte de los $22.500 millones necesarios.

"Ecuador podría obtener cerca de $4.000 millones en cobros de glosas que la Contraloría no ha hecho desde 2019. Otros $1.000 millones podrían ahorrarse mediante nuevos mecanismos de transición energética, y alrededor de $200 millones más si se evita el robo de energía".

Alvear insiste en que la crisis seguirá, en tanto no haya una depuración interna en la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC), empresa a la que responsabilizó por el desastre energético. "Los gerentes de CELEC sabían de la situación desde 2019, ellos son los responsables y no han hecho nada. El ministro de Energía, Antonio Goncalves, debe destituirlos a todos y meterlos presos", afirmó Alvear.

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Alvear considera que la llegada de nuevos apagones será inevitable en Ecuador en el último trimestre de este año, pues el país no cuenta con un parque energético suficiente y los mecanismos de alquiler de energía no estarán listos cuando comience la época de estiaje.

"Es probable que llegue diciembre y solo funcione la primera barcaza, es decir, apenas 100 de los 1.000 MW necesarios. Además, con la sequía, Colombia dejará de vendernos su energía", comentó.

Küffner estima que Ecuador tendrá que gastar $1.000 millones adicionales en la importación de combustible para que las termoeléctricas nacionales minimicen el impacto del déficit energético.

Por su parte, Paulina Garzón alerta que la llegada de nuevos apagones, como el ya sucedido la mañana del sábado 7 de septiembre, incrementará el desempleo en Ecuador, por lo que la economía del país sentirá las consecuencias. "Las empresas saben que tendrán que gastar más con los racionamientos de luz, por lo que despedirán personal", concluyó la panelista.

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