Debate presidencial Ecuador 2023 | Patricia Hidalgo: "Lo que no se permite es que se refieran al pasado o asuntos familiares"

Luisa González y Daniel Noboa tienen una cita este 1 de octubre de 2023. Se trata del debate presidencial de segunda vuelta que se desarrollará en Quito a las 19:00 y será transmitido por cadena nacional en todo el país.

Las expectativas de ese encuentro son altas. En la primera vuelta, los candidatos mostraron sus propuestas y sus intervenciones resultaron trascendentales para la decisión del electorado.

Por eso, ahora el Comité de Debates Electorales y el Consejo Nacional Electoral (CNE) tienen una compleja tarea: lograr que los planteamientos de los aspirantes a la Presidencia de la República aterricen en los 'cómos', más allá de los 'qués'.

Patricia Hidalgo, integrante de ese cuerpo colegiado, cuenta los cambios que hay para el debate de segunda vuelta y mejoras respecto a la primera.

El debate es justamente una contraposición de ideas, por eso hay una réplica, una contraréplica y una repregunta, de eso se trata un debate.

Lo que no se permitió en el anterior fue que se refieran al pasado o a cosas familiares y no se va a permitir tampoco en este segundo debate. Por supuesto que tiene que haber esa interacción entre los candidatos, pero lo que la ciudadanía espera es que haya un debate de ideas.

Lea también: Fecha, hora y dónde ver el debate presidencial

Quien debe garantizar las respuestas adecuadas son los candidatos y su preparación. Yo creo que será eso determinante para que la ciudadanía se dé cuenta de por quién tiene que votar, porque estamos hartos de que repitan lo que ya sabemos. Ahora, lo que nos interesa es el cómo.

Solo son ocho preguntas, para los cuatro ejes y aun así se demora dos horas, a diferencia de la otra vez que se demoraba tres porque eran ocho y luego fueron siete candidatos. Con solo dos candidatos, es un cara a cara con respuestas a las preguntas que formulan.

Nosotros no teníamos nada en nuestras manos en ese aspecto. Hay una normativa, una ley que hay respetar. El debate es para candidatos a Presidentes y en esa época (Zurita) no alcanzaba a inscribirse y a ser aceptado como candidato, entonces la ley es clara. En eso no creo que se cometió ningún error.

El tiempo aumentó, antes tenían un minuto para contestar la pregunta, ahora tienen dos; para hacer una réplica tenía 15 segundos, ahora tienen 25 y luego tienen un minuto para contestar a esa réplica. Esos cambios atienden las necesidades y las inquietudes de muchas organizaciones y la ciudadanía en general. Además, se aumentó un minuto al final para que los candidatos se dirijan a la ciudadanía con un mensaje.

Revise también: El CNE definió el orden de ubicación y de intervención de los candidatos para el debate

Se mantiene totalmente el mismo rol, que tenía el debate anterior, es decir, la moderadora puede llamar la atención al candidato en caso de que se esté desviando de la respuesta a la pregunta que se le haya hecho o en caso, que acudan a distracciones. Entonces sí tiene la capacidad de llamar la atención y silenciar al candidato.

No necesariamente, porque yo creo que las reglas son claras, o sea, si a usted le hacemos una pregunta, tiene que ir una respuesta. Si es que hay un contexto que quiere dar el candidato, tiene que enseguida relacionar con la respuesta a la pregunta. Más bien es una cuestión de exigir que los candidatos respondan a las preguntas.

Se les ha ofrecido varios talleres, ha habido también, algunos simulacros, por ejemplo, este sábado a las 10:00 de la mañana hubo uno y luego a las 12:00 con la moderadora. Entonces, se les ofreció otras herramientas, la cuestión es que quién debe garantizar eso son los candidatos.

Se abordan cuatro temas: economía, seguridad, social y político. La vez anterior el último eje era el de medio ambiente, que se le va a poner en el eje económico porque finalmente se trata de presupuestos, la parte ambiental ya se sabe, pero ahora estamos ante un Fenómeno de El Niño que sí queremos saber cómo van a enfrentar y de dónde va a salir ese dinero.

Yo creo que será igual de importante que el primer debate, que tuvo más del 80% de impacto. Y no solo el debate, sino también la conversación que se genera en el mismo momento y en el posdebate, los 15 días después. Será sin duda determinante.