Los profesores de la Unión Nacional de Educadores (UNE) defienden las reformas a la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) desde hace aproximadamente un año. Esta tarde protagonizarán un plantón en el centro de Quito para presionar al Ejecutivo y lograr que finalmente la Ley pase sin veto.
El punto crítico de la norma se centra en la nueva escala salarial de los profesores con un sueldo mínimo de $ 986 y máximo de $ 2.034. El Gobierno se resiste a dar paso al proyecto, aunque ayer, 17 de marzo de 2022, se comprometió a subir los sueldos de los maestros de manera "responsable".
Sin embargo, la historia en torno a la LOEI empezó hace más de un año. En marzo de 2021, la Asamblea del período anterior aprobó el proyecto de reformas con 126 votos afirmativos. Un mes después, a puertas de entragar su mandato, el entonces presidente Lenín Moreno promulgó la Ley al Registro Oficial.
A la par, las elecciones presidenciales se centraban en la segunda vuelta electoral. El entonces candidato Guillermo Lasso ofreció una reforma a la LOEI para que las escuelas y colegios logren "ser libres y competitivos".
La relación del Gobierno actual y la UNE comenzó formalmente el 19 de abril de 2021, con una carta pública en la que el magisterio pidió a Lasso que su Gobierno elabore un reglamento para que se dé cumplimiento de la reforma.
Tras la admisión de la demanda de inconstitucionalidad, la organización que agrupa a los docentes ha protagonizado una serie de medidas de hecho con el fin de exigir la aplicación de las reformas: plantones, marchas, movilizaciones, encadenamientos, huelgas de hambre y algunos maestros incluso se desangraron.
El pasado 13 de marzo de 2022, la actual Asamblea Nacional dio paso al alza salarial con 113 votos a favor; pero la UNE no ha pausado su agenda en las calles. Ahora buscan que el Presidente permita el alza de sus sueldos, caso contrario llegarían a presentar una demanda por incumplimiento con el objetivo de llegar a la destitución.
Recomendadas