Al puerto de Posorja las embarcaciones Ana María y Pacífico arriban después de 12 horas de estar en alta mar con sus bodegas repletas de merluza. Los pescadores no ocultan su felicidad. El plan B al que acordaron con el gobierno es, hasta ahora, exitoso.
Al puerto de Posorja las embarcaciones Ana María y Pacífico arriban después de 12 horas de estar en alta mar con sus bodegas repletas de merluza. Los pescadores no ocultan su felicidad. El plan B al que acordaron con el gobierno es, hasta ahora, exitoso.
Eso es un alivio para José, un redero que trabajaba en la pesca de arrastre hasta el pasado 15 de diciembre.
El plan B, contempla una investigación de la pesca de merluza, por ejemplo el nivel del impacto ambiental, si en la captura hay otras especies que no sea este pez y la profundidad en la que trabajan. Todo parámetros criticados en la pesca de arrastre.
Para el capitán de barco, Alfredo Lucas, cree que en esta primera semana, han cumplido con lo que el gobierno les exige. Tito Rodríguez, del Ministerio de Ambiente, ha observado lo mismo.
Que no se capturen otras especies es importante, porque en la pesca de arrastre hasta el 80% de lo atrapado se desechaba.
Si los armadores quieren continuar en el mar la alternativa es la pesca de merluza. Un pez casi desconocido en el mercado interno, pero bien recibido en el extranjero según Juan Carlos Correía, presidente de los Pescadores de Arrastre.
Un recurso poco explotado en el Ecuador, y tal vez le puede sonar desconocido el nombre merluza, pero es muy probable que lo haya comido, pero le han dicho que es corvina, ya que su sabor es prácticamente el mismo.
Durante el 2012 se exportó cerca de nueve millones de dólares de este pescado a mercados como Venezuela y Rusia. sólo en marzo se sabrá si el presidente aprueba o no el proyecto para la pesca de merluza.
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