El sacerdote Juan Halligan fundó hace 50 años el Centro del Muchacho Trabajador.
El Día del Padre es momento apropiado para homenajear al sacerdote Juan Halligan que a lo largo de 50 años, ha sido un verdadero padre para miles de niños ecuatorianos que trabajan en las calles.
El padre Juan es muy querido y respetado por los ecuatorianos por haber cambiado las vidas de estos niños desde muy pequeños acuden al Centro del Muchacho Trabajador.
Este sacerdote inició este proyecto que en diciembre de 2014 cumplirá medio siglo.
La idea de el padre Juan fue atender de forma integral a las familias que cuentan con un niño, niña o adolescente que trabaja, generalmente en la calle, para contribuir a su hogar.
No les prohiben que trabajen pero se encargan de que a la par estudien, tengan salud, mejoren su vivienda, inculcan valores a su familia y la ayudan para que realicen emprendimientos.
El 75% de los egresados del centro han salido de la pobreza y el 85% estudió hasta conseguir el titulo de una carrera técnica.
La misión de este sacerdote estadoudense originario del Bronx, cuyo nombre es John Halligan pero a quien todos llaman padre Juan, empezó en 1967 con un grupo de niños betuneros que trabajaba en la Plaza Grande. Uno de ellos fue Nelson Uyana, camárografo de Ecuavisa quien hoy graba esta entrevista. Nelson dice que fue rescatado por el padre Juan y hoy quiere agradecerle por todas las enseñanzas que impartió en él.
El padre Juan no quiere reconocimientos y dice que son ellos (los niños) quienes han marcado su vida.
Tiene 84 años pero dice con total convencimiento que le quedan muchos años por delante para seguir viendo los sueños cumplidos de estos niños a quienes considera sus hijos.
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