Nuevo etiquetado tiene información limitada, según la industria

El nuevo etiquetado de los productos procesados tiene una información  limitada, según la opinión de la industria alimenticia y eso puede confundir a los consumidores.

Hasta el 29 de noviembre, todos los productos procesados deberán tener en sus empaques un sistema gráfico que advierte sobre el contenido de grasa, azúcar y sal.

Christian Wahli, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas, explica por qué es necesario que el consumidor se interese en esta información: “Primero, ningún alimento va a matar, pero sí puede ayudarles esto a construir su dieta. Aquí se les dice cuántas calorías ha consumido con esa porción”.

Sin embargo, Wahli teme que los semáforos confundan al consumidor ya que no especifican el porcentaje de sal, grasa y azúcar, que contiene cada producto. Añade que tampoco se detalla el porcentaje de las grasas saturadas ni de las calorías que en gran cantidad pueden ser perjudiciales para la salud: “Aquí no dice qué tipo de grasa tiene, no dice el contenido proteínico que es importantísimo para los niños”.

Edmundo Estévez, médico nutricionista y docente de la Universidad Central, coincide con Wahli y sostiene que el sistema de etiquetado no es suficiente para cambiar los hábitos alimenticios. 

“Los semáforos por más inteligentes que sean no van a solucionar el problema que está detrás de una mala alimentación, un mal estilo de vida y alimentación de la población ecuatoriana, deberíamos retomar nuevamente una gran campaña de educación para prevenir los malos hábitos y promover estilos de vida y alimentación sanos”, indica Estévez.

A la industria alimenticia también le preocupa que este etiquetado disminuya las ventas de algunos productos. “No tenemos más la autorización de poner light, entonces la gente está desorientada y en ciertas categorías, la light ha bajado de 60% de sus ventas, un montón”, señala Wahli.

Entonces ¿cómo sacar provecho a la información que tiene en la  etiqueta? Se recomienda que aparte de ver el contenido de azúcar, grasa y sal se revise en la tabla nutricional las calorías que tiene por porción el producto. Lo recomendable es no ingerir más de 2.000 calorías diarias.