El 'tiburón de Baltimore' renace y mantiene su récord olímpico vigente.
por Javier TOVAR
Es la segunda vez que Michael Phelps sube a los más alto del podio desde su regeneración, que termina con los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro. Éstas saben distintas, se sienten diferentes con su novia e hijo celebrando a su lado.
Phelps decidió que necesitaba cambiar en la celda de una comisaría de Baltimore, adonde pasó la noche del 29 de septiembre de 2014 tras ser arrestado por conducir en estado de ebriedad. La vida que adoptó después de su retiro precoz en Londres no podía seguir.
Dejó atrás a los "amigos" tóxicos, se comprometió con Nicole Johnson, hizo las paces con su padre y se sintió realizado con el nacimiento de Boomer.
Y en la nueva y definitiva etapa de su vida no podía faltar la natación.
En Rio "podré terminar mi carrera de la manera que quería", indicó poco después de llegar.
"Me estoy divirtiendo de nuevo, estoy disfrutando lo que estoy haciendo (...). Tengo la cabeza clara dentro y fuera de la piscina", indicó.
"Necesitas cambiar"
En la celda, recordó Phelps en una entrevista televisada, alguien le dijo que "necesitaba cambiar, volver a enfocar las prioridades".
De aquel Phelps inmaduro al padre de familia de 31 años, que dedica sus medallas a Nicole, a Boomer y a su madre Deborah en las tribunas. Ese es el aplauso que más le importa, que más siente.
Su experiencia lo convierte en una especie de figura paterna para la joven generación de relevo de Estados Unidos.
Fue así como fue el brazo del que se apoyaron Ryan Held y Caeleb Dressell para subir al podio llorando de la emoción tras ganar los 4x100m libres, la primera medalla de oro para ellos, la decimonovena para Phelps.
El renacer
La carrera de Phelps arrancó en en los Juegos de Sídney-2000. En aquella oportunidad llegaba con la ilusión ganar una medalla, de cualquier color.
Se tuvo que conformar con un quinto lugar en los 200 m mariposa, pero cuatro años después fue la gran estrella de los Juegos de Atenas, con seis medallas de oro y dos bronces.
En Pekín-2008 arrambló con ocho oros y comenzó a tejer su leyenda.
De aquellos momentos oscuros de su historia destaca su arresto por manejar ebrio en 2004, dos meses después de regresar de los Juegos Olímpicos de Atenas con seis medallas de oro y dos de bronce.
A comienzos de 2009, meses después de sus ocho metales dorados en Pekín-2008 y ser declarado el nadador más laureado de la historia olímpica, se vio obligado a admitir un comportamiento lamentable, tras la publicación de una foto en la que aparecía utilizando un bong (pipa de agua), aparato utilizado para fumar marihuana.
No fue procesado por faltas de pruebas, pero la Federación Estadounidense de Natación (USA Swimming) lo suspendió por tres meses, y anunciantes como Kellogg's le retiraron su auspicio publicitario.
Después vino su segundo tropezón con la bebida, que pagó además con una suspensión que lo privó de competir en el Mundial de 2015, lo que retrasó su preparación rumbo a Rio.
Phelps considera haber recibido bastantes golpes y tener aprendida la lección.
El nuevo Phelps se mantiene como el deportista más laureado de la historia con 25 medallas, 21 de ellas doradas, una leyenda del Olimpo deportivo, pero ahora tiene el retiro que quería, el que le quiere contar a Boomer cuando crezca.
Todas las medallas olímpicas de Michael Phelps
Oros: 21
Platas: 2
Bronces: 2
Atenas 2004 (6 oros y 2 bronces)
100 mariposa ORO
200 mariposa ORO
200 estilos ORO
400 estilos ORO
4x200 libre ORO
4x100 estilos ORO
200 libre BRONCE
4x100 libre BRONCE
Pekín 2008 (8 oros)
100 mariposa ORO
200 mariposa ORO
200 estilos ORO
400 estilos ORO
200 libre ORO
4x100 libre ORO
4x200 libre ORO
4x100 estilos ORO
Londres 2012 (4 oros y 2 platas)
100 mariposa ORO
200 estilos ORO
4x100 estilos ORO
4x200 libre ORO
200 mariposa PLATA
4x100 libre PLATA
Río de Janeiro (2 oros)
4x100 libre ORO
4x200 estilo ORO
Recomendadas